INGRESANTES 2014
Cuatro amigos, un mismo destino: la ULP
Juan Manuel, Matías, Rodrigo y Fernando son de La Toma y este año decidieron estudiar Desarrollador de Software en la casa de estudios provincial.
Esta es la historia de cuatro amigos de La Toma, que decidieron dejar todo para ir detrás de su vocación: el Desarrollo de Software. La decisión de dónde estudiar no fue un problema: todos coincidieron en la Universidad de La Punta (ULP). Hoy, Juan Manuel Pineyro (17), Rodrigo Barroso (17), Matías Beraudo (18) y Fernando Novara (19) viven sus primeras semanas como estudiantes universitarios en el campus de la ULP.
“Me encanta el clima de la vida universitaria; que los docentes te asesoren y te ayuden en las clases es fantástico”, asegura Matías. Y destaca: “La educación va de la mano con las capacitaciones. Poder acceder a este tipo de especializaciones, me parece una gran ventaja para mi carrera”.
Para Fernando, en tanto, estudiar en la ULP fue el modo de concretar su vocación. “Siempre me gustaron las computadoras y todo lo que tuviera que ver con el desarrollo de software. En la ULP encontré un lugar donde profesionalizar todo eso”, confía. Y añade: “Estudiar, vivir y desarrollar prácticas profesionales en un mismo lugar es maravilloso”.
La ULP, una decisión compartida
Juan Manuel, Rodrigo, Matías y Fernando son egresados de la Escuela N° 28 “Juan Martín de Pueyrredón”, una institución educativa que ofrece a sus alumnos una Tecnicatura en Informática.
En diciembre de 2013 llegaron al campus de la ULP con motivo del PILP Day. En esta jornada conocieron todas las oportunidades que ofrece la ULP a sus alumnos, entre ellas, la inserción laboral dentro del Parque Informático La Punta (PILP).
También tuvieron la posibilidad de visitar los departamentos de las residencias universitarias, donde hoy están instalados. “Después de la visita guiada a la ULP no dudé en inscribirme”, asegura Juan Manuel. Y añade: “Estudiar y vivir en el campus es algo único”.
A Rodrigo, en tanto, le resultó extraño dejar todo y mudarse a la ULP. Pero, con el correr de los días, la vida en el campus le demostró que están dadas todas las condiciones para que se sienta como en casa. “Tengo el plus de vivir con mis amigos de toda la vida. Ese es un condimento que hace más llevadera la vida estudiantil lejos de casa”, confiesa.
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Nota: Julieta Sosa Cerutti – Prensa ULP.