Escrituras y readjudicaciones
Poggi: “Estamos dando seguridad jurídica a la propiedad”
Esta tarde se celebró en el Salón Blanco la entrega de 57 escrituras del Plan Mi Casa, mi Escritura y de los decretos de readjudicación de 22 viviendas. El emotivo acto estuvo encabezado por el gobernador, CPN Claudio Poggi.
Poco antes de dar inicio a la actividad, la ministra de la Vivienda, Cecilia Lucero, destacó la importancia que se le atribuye a este tipo de actos administrativos: “Son realmente muy emotivos. Se me llenan los ojos de lágrimas cuando ves acercarse a los nuevos adjudicatarios o a los que lograron escriturar su vivienda”.
Detrás de la concreción de los sueños de cada una de las diferentes realidades de estas personas, hay un enorme trabajo en equipo. “Todos los que nos desempeñamos en el ministerio tenemos el mismo objetivo y trabajamos arduamente para cumplirlo y es que todos los sanluiseños o los que eligieron nuestra provincia como su lugar en el mundo se merecen vivir en una vivienda digna y con todos los papeles en regla, como suele decir el gobernador”, explicó la ministra.
Desde el lanzamiento del Plan Mi casa, mi Escritura se han completado 654 trámites y se han vuelto a adjudicar 386 viviendas, cuyos titulares originarios no cumplían con el objetivo social de la casa.
“Ahora podemos decir finalmente que la casa es nuestra”
La primera en hablar en el acto fue Edith Alicia Pizarro, una mamá de cuatro nenas, Victoria, Delfina, Camila y Valentina, que junto a su esposo José Luis, ha luchado por ser la legítima propietaria de la casa 6 en la manzana B, que habita en el Barrio Andrés Alfonso de La Toma: “Estamos cumpliendo nuestro sueño. Sin palabras. Felices de tener la seguridad de que la casa ahora es nuestra”.
Edith sintetiza el sentimiento de los demás beneficiarios que recibieron el decreto de adjudicación. Con su vivienda, Edith vivió una situación que no es ajena a otros vecinos. Ella alquilaba una vivienda social desde 2004 y el adjudicatario original la tenía sólo para sacarle un rédito económico, por eso inició un expediente en 2004, luego de una inspección del (por ese entonces) Instituto de la Vivienda.
“Seguimos todos los pasos. Estamos cumpliendo nuestro sueño de tener nuestra casa y que podamos decir finalmente es nuestra”.
Como beneficiaria del Plan de Inclusión Social, trabaja en la Escuela N°114 “Dr. Ricardo Gutiérrez” y se siente muy orgullosa: “Cada mañana es hermoso levantarse y asistir con mis hijas a la escuela y poder devolverle dignamente al Gobierno las oportunidades que nos da día a día en muchos aspectos, principalmente en poder llevarle el pan a la mesa a nuestros hijos y la seguridad ahora de que nuestra familia va a estar feliz en nuestra casa”.
Para finalizar, Edith felicitó a los presentes que recibieron su escritura y a los que, como ella, lograron obtener la casa luego del proceso de desadjudicación: “Le agradezco infinitamente a usted señor gobernador, por toda la tarea que hace para toda la gente que lo necesita”, concluyó.
“Esta es una de las mejores formas de redistribuir la riqueza. Es justicia social”
Ese fue uno de los primeros conceptos con los que transmitió el primer mandatario en el acto del Salón Blanco, basado en uno de los fundamentos que el Gobierno persigue con la estrategia habitacional, a la que definió como “una de las columnas vertebrales de nuestra política de Gobierno”.
Más adelante explicó lo claro que ha sido siempre para el Estado puntano comprender que para un trabajador promedio, jóvenes profesionales o matrimonios que recién se inician, es casi imposible acceder a una vivienda propia: “Piensen ustedes que la mitad de los hogares de la provincia se constituyen en una vivienda del Estado, con una cuota accesible que le representa muy poco en relación a su ingreso y eso permite que el ingreso familiar sea mayor. No es lo mismo estar alquilando, pagando $2500 o $3000 por un lugar pequeño, donde están todos amontonados, y preocupados por el alquiler, que estar pagando una cuota de su casa. Hay una diferencia. La política de vivienda de la provincia permite redistribuir la riqueza. Es de justicia social”.
Mencionó luego los diferentes planes de construcción de viviendas sociales que impulsa el gobierno: Progreso y Sueños, y el de autocronstrucción: Plan Solidaridad.
El Ministerio de la Vivienda tiene otras dos políticas igual de importantes: Mi casa, mi Escritura, para que los que deseen escriturar su casa de forma accesible: “Valoro la responsabilidad social del Colegio de Escribanos que se acomodó a las circunstancias para que facilitáramos la escrituración”, dijo el mandatario.
Hay dos tipos de escrituras: las que tienen hipoteca porque aún no han terminado de pagar las cuotas de la casa y las sin hipotecas porque están canceladas. El costo para el primer caso es de $800 y será incluida en la factura de la cuota. Puede pagarse en ocho cuotas de $100 y en el segundo caso, es de $500 pagaderos en cinco cuotas de $100 y, como ya no debe abonar cuotas, el vecino recibirá una boleta aparte durante cinco meses.
La otra política es la de volver a adjudicar: “Se nos han infiltrado algunos pícaros. Hay casos particulares en donde la vivienda que adjudicamos no la necesitaba o tenía otra vivienda, o la vendió, o la alquiló y, en definitiva, ustedes que están viviendo en esa casa, no son adjudicatarios. En la medida en que no haya usurpación ni causa judicial de por medio, totalmente claro y transparente, readjudicamos, del adjudicatario original pasa a quienes verdaderamente la necesitan”, y los instó a iniciar ahora el trámite de escrituración.
“En ambos casos, estamos dando seguridad jurídica a la propiedad”, dijo Poggi y culminó: “Para muchos de ustedes, recibir esta documentación es casi como recibir la casa, porque les da seguridad a sus familias”.
Inmediatamente después comenzó la entrega de las escrituras y de los decretos de adjudicación.
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Nota y fotos: María José Barroso – Prensa y Comunicación Ministerio de la Vivienda.