INGRESANTES 2014
“Si no fuera por la ULP, todavía estaría haciendo malabares en Brasil”
Anne Blanco (29) es una de las 1234 ingresantes que eligieron formarse profesionalmente en la ULP. Nacida y criada en Venezuela, esta joven sueña con educar a través del cine.
La Universidad de La Punta (ULP) colecciona historias. Historias de jóvenes que dejaron su lugar de origen para iniciar un nuevo camino profesional en sus aulas. Anne Blanco (29) es una de ellas. Nacida y criada en Caracas, decidió dejar su Venezuela natal detrás de un sueño: convertirse en cineasta. Fue en San Luis donde encontró el lugar para hacerlo realidad. Hoy, es una de las 40 ingresantes de la tecnicatura en Guión y Dirección de Cine y Video.
Anne está radicada en Potrero de los Funes junto con su novio. Allí reparte su tiempo entre la confección de artesanías y sus estudios universitarios. “Estar en esta comunidad educativa es un gran reto para mí. Me da la posibilidad de estudiar lo que siempre busqué”, asegura Anne. Y añadió: “La ULP es mi momento y mi lugar”.
Antes de desembarcar en la casa de estudios sanluiseña, Anne buscó otras opciones relacionadas con el cine en distintas universidades latinoamericanas. Ninguna le ofrecía tanto como la ULP. “Tener la oportunidad de formarme gratuitamente y, al mismo tiempo, recibir calidad educativa personalizada es algo único en el mundo”, afirmó.
Próximo destino: San Luis
En 2010, Anne comenzó a estudiar Comunicación Social en Caracas. Luego, se cambió a la carrera de Cine. La grave crisis institucional de su país la obligó a posar sus ojos en nuevos destinos. “En Venezuela es muy complicado estudiar y expresar tus pensamientos. Me vi en la obligación de hacer algo; quería un cambio en mi vida”, recuerda.
A partir de ese momento, se replanteó su formación académica y optó por viajar a Brasil. “No tenía nada; me fui con mis sueños y esperanzas”, evoca. En el país carioca conoció a su novio, con quien decidió iniciar un proyecto de vida.
“En Brasil nos dedicábamos a hacer malabares en las paradas de los semáforos. También hacíamos artesanías; todo valía para poder subsistir. Incluso, intenté estudiar pero se me hacía imposible por el costo económico”, asegura.
Su sueño de estudiar cine seguía latente pero el destino la condujo a la provincia natal de su novio, La Pampa. Allí, su suegro le comentó de la existencia de la ULP. “Ingresé a su sitio web, me interioricé en el plan de estudios y no dudé un instante en inscribirme”, destacó.
Su primer día en la ULP
Para la joven venezolana, pisar el campus de la ULP por primera vez fue una experiencia “mágica y especial” (sic.). “Le apretaba muy fuerte la mano a mi novio; era un momento increíble”, recordó.
En su primera semana en la casa de estudios provincial, Anne conoció a los compañeros con los que compartirá la vida universitaria; también, comenzó a vivir el acompañamiento docente personalizado. “La ULP pone todas las herramientas al alcance de la mano; sólo hay que poner esfuerzo y voluntad en el estudio”, destacó la joven. Y añadió: “Si no fuera por la oferta educativa de la ULP, probablemente estaría haciendo malabares en alguna esquina de Brasil”.
Sus aspiraciones como futura profesional
En sus viajes por Sudamérica, Anne se dedicó a investigar sobre la discriminación racial. “Estamos en una época muy avanzada, pero sigue existiendo discriminación en varios lugares del mundo”, aseguró.
Por tal motivo, cuando concluya su carrera en la ULP buscará llevar su proyecto a lugares donde todavía exista esta problemática social. “Mi sueño es educar a la gente por medio del cine. Considero que mientras uno tenga sueños, debe hacer todo para concretarlos. Yo estoy transitando el mío en la ULP”, reflexionó.
Nota: Julieta Sosa Cerutti, Área de Prensa de la ULP
Foto: Axel E. Seleme