River en San Luis
A pesar del mal tiempo, los hinchas disfrutaron
El espectáculo estuvo en las tribunas con miles de hinchas que cantaron por el “Millonario” y que mostraron camisetas, gorros y banderas de todo los tipos.
Ni la fuerte lluvia, ni el viento, ni el frío, ni las incomodidades sufridas a partir de la llegada del temporal a La Punta, el martes por la noche, pudieron impedir que los hinchas de River disfrutaran de su fiesta ante sus ídolos.
Miles de puntanos se dieron cita ataviados con los colores del equipo de sus amores para compartir un encuentro ante la selección de San Luis, que fue un poco como una excusa para demostrar tanta pasión.
Así, desde temprano fueron llegando al Juan Gilberto Funes grupos de hinchas con camisetas de todos los modelos, gorros, banderas y cualquier otra cosa que los identificara con “La Banda Roja”.
Niños, mujeres, jóvenes y ancianos cantaron y deliraron aun cuando ya la tormenta estaba encima. Fue un diluvio pero en los primeros momentos, y hasta que arrancó el partido, nadie se movió de sus lugares y trató de disfrutar de la mejor manera del arranque del partido.
Los “trapos” decoraron todo el entorno del campo de juego destacándose la tradicional bandera de “Los Borrachos del Tablón”, la fracción más importante de la hinchada riverplatense; una que recordaba al hincha asesinado Gonzalo Acro; varias indicando distintos puntos de Argentina; otra gigante de la filial Juan Gilberto Funes de San Luis desplegada en la platea descubierta y en el mismo sector donde se encontraba una muy particular que rezaba: “Fuerza Sr. Vicegobernador”, en clara alusión al estado de salud de Jorge Díaz.
Llegó el golazo del Keko Villalva y la “cancha se vino abajo” con el grito sagrado que llegaba desde los cuatro costados del estadio. Lamentablemente, la energía eléctrica primero y la lluvia que anegó el campo después, fueron problemas que terminaron por dejar trunco el espectáculo.
Hoy, a horas de que se reanude el juego, los hinchas empiezan a llegar al estadio para disfrutar nuevamente de la misma pasión, ésa que no se puede parar ni con una decena de tormentas.
Nota: Jorge Scivetti
Fotos: Gonzalo Nievas