Gratitud a las pasiones en una tarde roja y blanca

En el primer entrenamiento, la gente deliró con sus ídolos que se mostraron atentos al requerimiento de firmas y fotografías.

Fernando Cavenaghi no tuvo problemas en regalarle autógrafos a los fanáticos.

El entrenamiento que realizó este domingo el plantel de Ramón Díaz en el estadio Juan Gilberto Funes de La Punta fue la antesala de lo que será el partido del martes. La primera práctica en tierra puntana convocó a más de 4 mil personas que deliraron en una popular imaginaria montada en la zona de plateas techadas. El marco permite imaginar que cuando River se enfrente al seleccionado de San Luis ese número de espectadores se triplique para protagonizar la fiesta millonaria más grande de la provincia.

En casi tres horas, más de 4 mil personas tiñeron de blanco y rojo una tarde con viento, pero emocionada e inolvidable. El color y el canto fueron los condimentos centrales para que ese gran grupo de hinchas armara una fiesta que en San Luis se vio pocas veces. Pasaron 30 años para que la institución volviera y ese tiempo de espera potenció la ansiedad de los hinchas millonarios.

Desde que los principales ídolos de River llegaron a la provincia demostraron con sus gestos que tenían la necesidad de devolver el cariño a la gente. Un gesto que reconforta al hincha y que marca la humildad que hacen grandes a los ídolos. Las imágenes de gratitud volvieron a repetirse en el estadio. No hubo vueltas ni negativas. Fernando Cavenaghi y Marcelo Barovero se acercaron hasta el paredón de las plateas y firmaron camisetas en medio de las palabras de agradecimiento por el desempeño en el campo de juego, del flash de las cámaras digitales y del viento que nunca cesó. Los hinchas abandonaron el estadio con la sensación de haber protagonizado un gran triunfo en una jornada que marcó solo el anticipo de un día histórico.