Visiones Distintas

Empecé a realizar mi cosplay, afronté la crisis y disfruté a pleno un lugar al cual sentí como si fuera mi casa, pero de ensueño, llena de artistas, arte, cosplays y libros de historietas.

Esta nota desde el lugar de periodista y de amante del arte geek es bastante osada y riesgosa. Por un lado, cuando decidí hacer un cosplay pensé que iba a ser mucho más fácil de lo que parecía, era mi primer cosplay e ilusamente pensé que una vez que me calzara el traje automáticamente me convertiría en el personaje de Daenerys Targaryen, la madre de los dragones. Cuestión totalmente falsa al encontrarme frente al espejo al límite de hacer el ridículo (ya que no soy una ‘verdadera’ cosplayer).

El arte del cosplay realmente es algo serio y que debe respetarse más, porque conseguir la ropa, lookearse a tu ídolo, ya sea dibujos animados, personajes de videojuegos, películas o series es todo un desafío. Requiere de actitud y de hacer del personaje algo más cercano a uno, apropiárselo para reinterpretarlo y no solo interpretarlo.

Antes de empezar a vestirme como mi ídolo de la serie ‘Game of Thrones’ pasé por varias crisis, ya que no me gustaba como me quedaba el traje y que no me veía parecida (es decir, exactamente igual a la de la serie), sin embargo lentamente mientras mi hermana me peinó las famosas trenzas y fuimos agregando un par de accesorios me iba apropiando del personaje.

Como toda una madre de dragones me puse a prueba de fuego, de que no me importara el ‘qué dirán’ y de disfrutarlo simplemente por ser yo misma, y estar presente en un evento de comics que realizan en pocos lugares del mundo, además de que el evento contó con la presencia de artistas increíbles en todos los aspectos.

Nunca pensé que las personas y fanáticos de la serie me reconocerían por estar vestida de Khaleesi, ¡incluso me pedían fotos, como si fuera toda una celebridad!, pero era yo, la misma que antes había dudado incluso de ir vestida del personaje. Pero por suerte niños, niñas, adolescentes, adultos e incluso otros cosplayers me invitaron a sentirme cómoda con él.

Durante los tres días del evento, me sentí como en casa. Llegaba al Hotel Arenas de la Punta y tiraba la mochila por ahí nomás y me iba recorriendo stands, saludando gente, amigos, haciendo notas, fotos y conociendo cada vez, a más artistas.

En el concurso de cosplays, me puse a charlar con el periodista de Página/12, Andrés Valenzuela, encargado de cubrir la Comic-con. Él me contó que se le había ocurrido empezar su nota contando el particular encuentro que tuvo en el baño de hombres con un grupo de zombies (impecablemente bien lookeados) y en donde por suerte salió ileso. Realmente es muy loco encontrarse, como sucedió en mi caso, con un montón de personajes de la Guerra de las Galaxias desde la Princesa Leia hasta Darth Talon en el baño de mujeres.

Del concurso, participaron bebés desde los 10 meses de vida hasta hombres y mujeres pisando los 50 años. La franja etaria era muy llamativa en donde bebés, niños y adultos pasamos un momento increíble, ya que todos los fanáticos geeks vestidos de sus personajes favoritos realizaron performances y distintas actuaciones muy divertidas.

Lo importante de todo, es que más allá del evento y las distintas características, es el aprendizaje que deja todo lo vivido durante estos tres días, porque es demostrado que desde la humildad se consiguen cosas maravillosas, el respetar las libertades y gustos individuales (que no hacen daño a nadie), dejando de lado la crítica innecesaria y  el compartir los conocimientos de manera tan abierta y sincera definitivamente hace del mundo un lugar mucho mejor para vivir. Y prácticamente todos los invitados al Comic-con eran esa clase de personas de las cuales el mundo no puede prescindir, gracias a todos los que hicieron esto posible.

Nota: Violeta Anzorena Pérez – Periodista Agencia de Noticias de San Luis