COSTUMBRES
Una cuestión de fe: Día de los Fieles Difuntos
Cada 2 de noviembre, entre los cristianos se conmemora el Día de los Muertos o de los Fieles Difuntos. Es un día de oración por aquellos que terminaron su vida terrenal o que aún purgan sus penas.
Según la teología cristiana, las personas que mueren sin pecado mortal o han sido perdonadas pero todavía tienen pecados leves, deben purificarse antes de presentarse ante los ojos de Dios.
Es deber de los cristianos rezar por sus almas y ofrecer misas a fin de que su paso por ese lugar (purgatorio) sea más corto.
Esta conmemoración podría originarse en las ceremonias druídicas de tiempos precristianos. Los celtas tenían dos fiestas principales: una a un dios solar y otra a un dios de los muertos (Samhain) hoy conocida como Halloween. En muchos países, los católicos creen que en la noche de los difuntos, éstos vuelven a la casa donde han estado en vida para compartir la comida de los vivientes.
La fiesta celta en honor a los muertos se incorporó gradualmente al ritual cristiano y luego fue establecida en la liturgia católica por el papa Urbano IV.
“Este día nos invita a reflexionar y pensar acerca del misterio de la muerte”.
Nota: Fernando Romero
Foto: Archivo web