Barrio Pucará

Un espacio para fortalecer la comunidad desde la comunidad


Sobre la Ruta Nº3 en el barrio Pucará hay un salón chico junto a una vieja cisterna. El lugar se recicló para darle vida a un espacio que alberga a uno de los cinco Centros de Vinculación Comunitaria, una red de contención social que brinda talleres de ayuda escolar y capacitación. El proyecto surgió de un convenio entre el Gobierno de la Provincia y la Fundación de Acción Social (FAS).

Juan tiene 10 años y vive en el barrio San Luis XV. Todas las tardes, con su hermano más chico llegan al centro para aprender a tocar la guitarra. Además, hacen deportes. “Nos gusta mucho venir acá”, dijo sin despegar la vista de sus dedos, que intentaban armar una nota en el traste de la guitarra.

Juan y su hermano aprenden guitarra
Juan y su hermano aprenden guitarra
Juan y su hermano aprenden guitarra

Graciela Gabutti es una de las docentes a cargo de los talleres de alfabetización donde desde marzo asisten 60 personas. El curso surgió a raíz de un diagnóstico social que realizaron en el barrio junto a personal del centro de salud de la zona. “Había una gran cantidad de gente sin alfabetizar, sin secundaria y con sobreedad”, contó Graciela. Al taller de alfabetización asisten personas de entre 50 y 60 años. Además, en el centro funciona un taller de apoyo escolar que se brinda, también, en la escuela. “Trabajamos con los docentes y con los padres. Desde la escuela hay un acercamiento muy grande”, agregó.

Los chicos aprenden guitarra, deportes y tiene apoyo escolar
Los chicos aprenden guitarra, deportes y tiene apoyo escolar
Los chicos aprenden guitarra, deportes y tiene apoyo escolar

Este proyecto cuenta con la colaboración de alumnas avanzadas de la carrera de Psicología de la Universidad Nacional de San Luis. Analía Gatica y Claudia Oros son las estudiantes que observan el funcionamiento del centro en la comunidad y el trabajo en redes. “Lo más importante de este lugar es que ellos sienten que están en su casa, están cómodos. Es un espacio más donde pueden compartir, hacerse amigos”, dijeron. Las estudiantes hicieron hincapié en la función de contención, que luego genera formas de ayuda con los talleres.

El centro funciona con un trabajo interdisciplinario
El centro funciona con un trabajo interdisciplinario
El centro funciona con un trabajo interdisciplinario

Los cursos de guitarra son dictados mañana y tarde, dos veces por semana. “La idea es que tengan continuidad porque la mayoría de los chicos no tienen el instrumento. Acá hay ocho guitarras”, contó el profesor Facundo.

El objetivo de este taller –al que asisten niños de 5 a 16 años- es trabajar en grupo para incorporar normas de cooperación. “Cuando trabajamos acá practicamos un tema y después hacemos una ronda en donde cada uno de los chicos muestra lo que aprende. La idea es que aprendan de sus pares, que se sientan identificados”, agregó el docente.

En el centro se les provee de instrumentos a los niños para que aprendan a ejecutarlos
En el centro se les provee de instrumentos a los niños para que aprendan a ejecutarlos
En el centro se les provee de instrumentos a los niños para que aprendan a ejecutarlos

El lugar funciona también como centro del Plan 20/30. Este espacio se convirtió en un núcleo de reunión de alumnos de varios barrios. “Se han identificado como grupo. Es un hecho importante porque tienen un gran nivel de pertenencia. No les queda cerca, pero algunos alumnos vienen hasta acá”, dijo el profesor a cargo. “Es de mucha utilidad en el barrio. La mayoría son mujeres y casi todas mamás”, sostuvo.

Alumnos del Plan 20/30
Alumnos del Plan 20/30
Alumnos del Plan 20/30

Música clásica al alcance de todos

Dos veces por semana un aula de la escuela Santa María Eufrasia del barrio Pucará se transforma. Sale de los grises, y la música que habitualmente vive en espacios pulcros de silencio y orden se adueña del lugar.

Ahí, chicos a partir de los 8 años aprenden a tocar violines, violas, violoncelos y contrabajos para formar una orquesta.

La pequeña orquesta del Barrio Pucará
La pequeña orquesta del Barrio Pucará
La pequeña orquesta del Barrio Pucará

El objetivo es lograr a través de la música y especialmente de la práctica orquestal inclusión social, aprendizaje de valores, respeto, compañerismo y solidaridad, contó el director Marcos Arquez. “La orquesta es como un pequeña comunidad”, dijo.

El taller comenzó en agosto de este año y ya asisten 72 chicos. Son clases personalizadas y ellos mismos elijen qué instrumento tocar.

Los chicos se acercan a los instrumentos a través de juegos
Los chicos se acercan a los instrumentos a través de juegos
Los chicos se acercan a los instrumentos a través de juegos

-¿Cómo fue la respuesta al principio?

Son instrumentos que los chicos no conocían y les llamaban mucho la atención. A través de conciertos didácticos, desde lo lúdico están aprendiendo y acercándose, ya que son complicados de tocar.

Hay un prejuicio con estos instrumentos. Parecen ser para una cierta clase social y queremos mostrar que en realidad lo puede tocar cualquier chico y es universal. Los niños están muy entusiasmados.

Música clásica para todos
Música clásica para todos
Música clásica para todos

Los otros centros

El resto de los Centros de Vinculación Comunitaria funcionan en los barrios Eva Perón, 9 de Julio, Tibiletti y Estrella del Sur.

Nota: Gisela Perroni

Fotos: Cristian Bastías

 



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