EDUCACIÓN
jueves, 24 octubre de 2013 | 18:49

Cuando los videojuegos se transforman en una herramienta educativa innovadora

Carlos Salini es el profesor responsable del Taller de Videojuegos de la EPD “Einstein”. Su proyecto fue seleccionado por Microsoft para participar del IV Foro de Docentes Innovadores.

Durante la carrera, los alumnos podrán producir, guionar y crear videojuegos; diseñar y realizar animaciones 3D y programar inteligencia artificial y aplicaciones móviles.

Durante la carrera, los alumnos podrán producir, guionar y crear videojuegos; diseñar y realizar animaciones 3D y programar inteligencia artificial y aplicaciones móviles.

Para los chicos son un entretenimiento, para muchos papás una excusa para no hacer la tarea, y, para algunos docentes, una herramienta útil que permite motivar a los alumnos y acercarlos al conocimiento desde otro lugar. Esta nueva función de los videojuegos comenzó a ser explorada por la Escuela Pública Digital “Albert Einstein” en 2012, a través de un taller extracurricular dictado por el profesor Carlos Salini. El docente de la materia Tecnología será el encargado de exponer los objetivos, alcances y resultados del proyecto en el IV Foro de Docentes Innovadores de Microsoft.

– El Taller de Videojuegos de las EPD fue elegido como uno de los 10 proyectos educativos más innovadores de la Argentina. ¿Qué sentiste al enterarte de la noticia?

– Al principio, me costó asimilarla. Cuando Cecilia Pipitone, jefa del subprograma de EPD, me dijo que habíamos quedado seleccionados, no lo podía creer. Recién caí en la cuenta del logro alcanzado cuando leí las felicitaciones de mis compañeros, los papás de la EPD y las autoridades de la Universidad de La Punta (ULP). Saber que el proyecto puede ser seleccionado como uno de los tres mejores de toda la Argentina y que el trabajo de las EPD puede ser conocido a nivel internacional es muy emocionante.

– ¿Y tus alumnos?

– Cecilia les había adelantado por mail que teníamos algo para decirles. Cuando llegué a la escuela no daban más de la intriga. Mantuve la incógnita hasta el segundo recreo y después los reuní para contarles que el proyecto había sido seleccionado. ¡No lo podían creer! Estaban todos muy felices. Creo que empezaron a tomar noción de la importancia de su trabajo.

Un proyecto que alienta la creatividad de los chicos

El Taller de Videojuegos de la Einstein nació en 2012. El profesor Salini debía comenzar a dictar el módulo de lenguajes de programación y no sabía cómo motivar a sus alumnos. Como todos ellos eran fanáticos de los videojuegos, decidió abordar el tema desde el diseño y el desarrollo.

– ¿Cómo les presentaste el taller a tus alumnos?

Primeramente, intenté captar su atención diciéndoles que íbamos a tener un taller de videojuegos. Se entusiasmaron al instante porque pensaron que iban a ir al taller a jugar. El primer día les blanqueé el objetivo de la propuesta: “¿Se animan a hacerlos ustedes mismos?”. La idea les encantó y comenzamos a investigar más sobre este entretenimiento que tanto les apasiona.

– ¿Cómo trabajan los chicos en el taller?

– Pasaron de sentir un gran desinterés a estar muy motivados y comprometidos con la propuesta. Ahora estamos tratando de llevar el taller a un nivel casi universitario. Trabajamos con herramientas bastante complejas, que Google nos destacó en su momento. También tuvimos nuestro reconocimiento en la Feria de Ciencias de San Luis, donde llegamos a la instancia provincial.

– Muchos padres tienen un concepto negativo de los videojuegos. En este caso, ¿cuál fue la respuesta de los padres de la Einstein?

– Desde un primer momento, nos acompañaron y transmitieron su apoyo. El año pasado para la feria de ciencias, por ejemplo, hubo días que nos quedamos con los chicos de 14:00 a 21:00 en la escuela. Esto no podría haber sido posible sin el consentimiento de los papás.

– ¿Qué destacás de este proyecto?

– Muchos nos preguntan por el producto terminado y lo cierto es que hay otras cuestiones a tener en cuenta: por un lado, son chicos de secundaria y esto se trata de un taller extracurricular de splo dos horas y media por semana; por el otro, porque aprendieron a manejar herramientas de programación y diseño 3D, y a modelar y configurar los movimientos de los personajes en tiempo récord. Es muy gratificante saber que, de algún u otro modo, estamos contribuyendo a su formación como adultos.

Un aprendizaje compartido

Si bien Salini tiene experiencia en lenguajes de programación y realizó anteriormente pequeñas producciones a modo de prueba, la mayor parte de su know-how creció de la mano de sus alumnos.

“Los chicos tienen mucha iniciativa propia. A medida que usan las herramientas, exploran por su cuenta otras para optimizar su trabajo”, asegura. Y ejemplifica: “En junio de este año encontraron un motor gráfico más potente, más lindo gráficamente. Me lo presentaron, lo investigué y también me gustó. Tuvimos que reprogramar todo de vuelta y eso nos llevó trabajo pero la herramienta terminó por atraparlos a todos”.

Nota y foto: Prensa ULP – Paula Bizzanelli.