La felicidad de ser propietario
Con 81 años y los ojos llenos de lágrimas, Abelardo Gatica compartió su alegría de sentirse dueño de su casa, tras haber firmado el contrato de adjudicación en el marco del Programa Mi casa, mi Escritura.
La felicidad de Abelardo fue manifiesta en su testimonio que formó parte del video que se proyectó en el inicio del acto de entrega que realizó el gobernador Claudio Poggi junto a su gabinete y funcionarios, de cien escrituras y setenta readjudicaciones en el Salón Blanco.
Las lágrimas de emoción lo acompañaron durante toda la jornada y le dieron ese brillo de satisfacción especial al momento de ser invitado a recibir la escritura que lo convirtió en dueño de su casa. Satisfacción que compartió en un abrazo fundido con el gobernador Poggi y ante el aplauso de todas las familias presentes.
“Gracias a Dios y a Poggi, al Alberto y al Adolfo”, dijo Abelardo en sentidas palabras al contar que acaba de cumplir un sueño que le daba ahora la tranquilidad que necesitaba, ya que vivía en una casa construida por el Estado pero no tenía los papeles que le acreditaran la titularidad porque había sido engañado en su buena fe al momento de comprarla.
“Ahora sé qué es mi casa, mi casa”, enfatizó con la voz entrecortada y con el dolor de no poder compartir el momento con su esposa fallecida. Lo acompañaba uno de los hijos que había viajado desde Mendoza.
Como está en las postrimerías de su vida, según sus palabras textuales, Abelardo contó que piensa dejarles la vivienda a sus hijos. “Porque es el mejor legado que les puedo dejar”, concluyó.