“Mi mayor ilusión es desarrollar en San Luis todo lo que he aprendido”
Timoteo Herrera (20) ganó las Olimpíadas Sanluiseñas del Conocimiento en cuatro oportunidades. Actualmente, estudia Ingeniería Nuclear en el Instituto Balseiro, en la ciudad de Bariloche.
El semillero de campeones de las Olimpíadas Sanluiseñas del Conocimiento ofrece historias de chicos brillantes, que se esforzaron -y lo siguen haciendo- para ser grandes profesionales y grandes personas. Timoteo Herrera (20) es uno de ellos. Nacido en Buenos Aires y criado en San Luis, este joven talento comenzó a participar de las Olimpíadas en 2007.
La competencia organizada por el Gobierno provincial, a través de la Universidad de La Punta (ULP), marcó un antes y un después en su vida: le permitió hacer amigos que hasta el día de hoy conserva, conocer países de todo el mundo y cultivar su mente y espíritu con vivencias únicas.
– ¿Cómo viviste tu primera participación en Olimpíadas?
– En 2007 me presenté en Matemáticas y Astronomía. Quedé primero en Astronomía y segundo en Matemáticas. Este primer puesto me valió un viaje a la provincia de San Juan, donde tuve la oportunidad de conocer el Complejo Astronómico El Leoncito. Este fue mi primer acercamiento con el mundo de la astronomía.
– Al año siguiente redoblaste la apuesta: ganaste un viaje a la NASA.
– ¡Sí, fue la mejor experiencia de mi vida! Recorrimos la NASA durante dos días y tuve la posibilidad de sentarme en la cabina de un transbordador para simular un viaje a una estación espacial. También pude caminar sin gravedad como si estuviera en la Luna. Además, presenciamos el lanzamiento del transbordador Discovery. Fue impactante ver la magnitud de esa infraestructura… Allí nació mi vocación por la ingeniería nuclear.
– Un año más tarde volviste a tener tu oportunidad…
– Sí, en 2009 gané el primer puesto en Matemáticas y en 2010 viajé a Italia.
– ¿Qué fue lo que más te atrapó de Italia?
– ¡Toda su historia! Si bien había leído y escuchado bastante sobre sus lugares, tan colmados de historia y arte, fue fantástico poder vivirlos en carne propia. Conocer los sitios donde estuvieron genios como Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel fue maravilloso. Además, tuvimos la oportunidad de participar de la audiencia con el entonces Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro y de conocer el Foro Romano, el Coliseo, la antigua ciudad de Asis, la Torre de Pisa y Venecia.
– Al año siguiente volviste a viajar a Europa. ¿Qué se sintió ganar nuevamente las Olimpíadas del Conocimiento?
– ¡Increíble! Obtuve el primer puesto en la disciplina Matemáticas y gané un viaje a España. Fue una experiencia espectacular. Lo que más me impactó fue la Universidad de Salamanca: una casa de estudios por la que han pasado prestigiosos alumnos como Hernán Cortés y Manuel Belgrano. También pudimos disfrutar de un partido en el estadio del Real Madrid y de muchas caminatas por la capital española.
Su vida después de Olimpíadas
En marzo de 2011, luego de cuatro maratónicos años de viaje, Timoteo llegó a San Luis. Debía iniciar un nuevo camino: sus estudios universitarios. Su primera elección había sido Ingeniería Electrónica (carrera que empezó a estudiar en la Universidad de Rosario) pero la visita a la NASA dejó en él una inquietud aún mayor: la Ingeniería Nuclear.
– ¿Cómo fue que llegaste a estudiar esta carrera en el Instituto Balseiro?
– Por medio de un compañero de Olimpíadas. Veía esta posibilidad como algo utópico, muy lejano… Hasta que un día me dije: “¿Por qué no?”. Presenté los papeles, me inscribí para rendir el examen de ingreso y al cabo de dos semanas me avisaron que había ingresado a la carrera de Ingeniería Nuclear.
– ¿Qué se siente estudiar en una de las universidades más prestigiosas de Latinoamérica?
– Es como estar en la punta de un iceberg. Muy pocos alumnos ingresan al Balseiro. Lo que más destaco de estudiar acá es el contacto directo con los docentes y la disciplina que nos inculcan tanto para estudiar como para realizar actividades recreativas y deportivas.
– ¿Cómo te imaginas en tu futuro como profesional?
– Anhelo recibirme, hacer una especialización o un posgrado en Ingeniería Nuclear. Mi mayor ilusión es desarrollar en San Luis todo lo que he aprendido. Después de todo, esta provincia hizo mucho por mi educación.