Un puntano en el Congo
Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización internacional de ayuda humanitaria que nació hace 40 años. Se encuentra presente en al menos 70 países, desarrollando proyectos de asistencia a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes, entre otras acciones.
En la portada de la página web de la organización se destaca la historia de trabajo y compromiso de quien se desempeña como coordinador financiero de la entidad en el Congo, el puntano Juan Vivas.
Juan nació hace 33 años en la ciudad de San Luis, estudió en la Escuela Juan Pascual Pringles y cursó la carrera de contador y licenciado en administración de empresas en la Universidad Nacional de Córdoba.
Sus primeros pasos en la profesión los dio en una empresa constructora, pero algo pasaba que no lo hacía sentir conforme con su trabajo: “no me motivaba lo que estaba haciendo, no me gustaba mucho. Entonces decidí cortar y buscar algo distinto, aunque todavía no sabía qué. En eso, llené el formulario para trabajar con MSF en la página web y también me postulé en otras ONG para probar suerte. Me llamaron de MSF y luego tuve las entrevistas. Ahí me explicaron qué era MSF, qué esperaban de mí. Me gustó la idea de probar este tipo de experiencia, era algo diferente. Lo hice, y ahí la verdad que me convencí. Eso fue a principios de 2008 y hoy sigo con la organización”, cuenta en la nota concedida.
Desde hace cinco años recorre el mundo trabajando en las más disímiles condiciones. Su primera misión duró un año y fue en la República Centroafricana, de aquella experiencia recuerda las dificultades con el idioma: “mis compañeros eran francófonos y yo no hablaba bien el francés. Los primeros meses me costaron bastante, sobre todo porque tenía que estar seguro en la parte técnica para poder hacer mi trabajo”.
A la residencia de un año en un único país sobrevinieron una serie de viajes por diferentes puntos del mundo, así se fueron sucediendo los viajes a Etiopía, Colombia, Haití, Paraguay, Bolivia, Níger, Uganda, Sur Sudán y el Congo.
Entre viajes y misiones comenzó a formar una familia. Fue en Haití donde conoció a la portuguesa Merce Lettes Da Silva, su actual esposa, de ese amor nació Simao. Juntos se encuentran en el Congo, Juan está como coordinador financiero en ese país, en una misión que cuenta con un gran Centro de Salud y numerosos proyectos de emergencias de corta duración, tales como intervenciones por picos de malaria, campañas de vacunación, entre otros.
Cuando le consultan sobre la función de un contador en un espacio que se encuentra dominado por carreras afines a la medicina, responde: “La idea general es que en MSF son todos médicos, pero en realidad a los médicos hay que ayudarlos para que puedan atender pacientes. Por eso tienen atrás un equipo de logística, coordinadores de recursos humanos, financieros, etc. El financiero tiene varias áreas de trabajo en los proyectos de MSF. Una parte es la tesorería: encargarse del pago de los suministros y los salarios, y de todo lo que hace falta para que un proyecto funcione. Otra es lo relativo al presupuesto, que consiste en planificar todos los gastos que se van a tener, y a la vez, realizar el seguimiento presupuestario todos los meses, informes a donantes, etc. Hay también un costado más administrativo, de seguimiento de alquileres, contratos y convenios para poder trabajar en el país.
Desde enero que no visita San Luis, por su labor diaria pueden realizar dos viajes programados al año a sus lugares de origen. En su caso, divide sus afectos entre San Luis y Portugal, lugar de nacimiento de Merce. Más allá del sacrificio cotidiano, no duda de la labor que se encuentra haciendo: “Me sigue motivando la misión de MSF: sigo creyendo en la idea de ayudar a los que más lo necesitan, estén donde estén. Si bien es un trabajo que puede ser agotador –no es nada fácil estar viajando tanto, viviendo sólo con una valija, en mi caso desde hace ya cinco años– la motivación me hace seguir en la organización en lugar de buscar otra cosa. La verdad que hoy por hoy ni siquiera me planteo hacer otro trabajo”.
MSF en un minuto
MSF son las siglas con las que se conoce en todo el mundo a Médicos Sin Fronteras, una organización humanitaria internacional de acción médica que asiste a poblaciones en situación precaria, a víctimas de catástrofes de origen natural o humano, de pandemias y epidemias y de conflictos armados, sin discriminación por raza, religión o ideología política. Somos independientes de todo poder político, económico o religioso.
Esta presentes en más de 70 países con más de 370 proyectos en marcha y 20 oficinas en los cinco continentes. Cada año, 2500 profesionales en el terreno interáctuan con 29.000 trabajadores locales también contratados por la organización.
Entre sus objetivos se encuentra el control de la cadena de distribución de la ayuda, desde su origen hasta su destino final. Posee 4,6 millones de socios y colaboradores en todo el mundo, de esos aportes se financian las operaciones en cada país. Con más de 40 años de experiencia en acción médico-humanitaria, recibió por su labor, el Premio Nobel de la Paz en 1999.
Fuente: http://www.msf.org.ar/desde_el_terreno/testimonio_ampliado.asp?id=66