Historia Clínica Digital: la tecnología al servicio de la salud

La iniciativa del Ministerio de Salud ofreció una práctica de simulacro en tiempo real, en la que los visitantes pudieron conocer su masa de índice corporal, presión sanguínea y glucemia. En esta nota, un testimonio en primera persona.

En los cuatro días de #SLD2013, más de 100 personas conocieron cómo funciona HCD

Si de vivir experiencias se trata, #SLD2013 ofrece una historia que no es ficción ni cuento. Se trata de Historia Clínica Digital (HCD). En Terrazas del Portezuelo, dentro del espacio Gobierno Electrónico, el Ministerio de Salud brinda la oportunidad de experimentar los beneficios de esta útil herramienta digital. ¿De qué se trata? ¿En qué consiste? ¿Cómo se lleva adelante? Te lo cuento en primera persona.

Sacar turno

Vamos por el principio. En un pequeño consultorio médico con una sala de espera se encuentra la recepcionista y no uno, si no ¡tres doctores! Pero, ¿cómo se inicia la HCD de cada paciente? Simple, con la CIPE.

Para obtener su Cédula de Identidad Provincial Electrónica, los sanluiseños tienen que acercarse a un centro de emisión de CIPE con su DNI. En #SLD2013 lo tuvieron a su disposición durante cuatro días.

Ese paso yo lo obvié. Al tener mi CIPE, en el espacio del Ministerio de Salud, la recepcionista me pidió el DNI. Mientras lo escribió, vi en una pantalla por detrás de ella cómo se completaban los datos. Por último, marcó una hora y ya quedé lista en sala de espera virtual dentro del sistema de HCD.

El chequeo médico

Minutos después, una de las médicas me llamó al consultorio. “¿Aceptás hacerte un breve chequeo de salud?”, me preguntó. “Sí”, respondí. Mi hoja de HCD ya estaba abierta en su computadora. Incluyó datos de mi peso y altura –ambos calculan el índice de masa corporal de manera automática?. También preparé mi brazo para que tomaran mi presión arterial con un tensiómetro digital.

“¿Aceptás un mínimo pinchazo para conocer el valor de tu glucemia?”, me preguntó, luego, la médica. Volví a responder que sí. “Dame tu mano”?dijo la otra doctora, al tiempo que pasaba sobre uno de mis dedos un algodón con alcohol. Para no pensar en el pinchazo que se avecinaba, salió la curiosidad y pregunté: “¿Cómo fue la respuesta de la gente?”.

La doctora, que ya tenía mi dedo con una gota de sangre sobre la tira reactiva del test, me contestó: “Fue muy buena. La gente se acercó y comprendió que, de ahora en más, ellos son dueños de sus datos médicos”. Y añadió: “Es una gran ayuda para las interconsultas, porque los especialistas pueden consultar qué afección padeciste o medicación te recetaron anteriormente y demás datos importantes que, al momento de una consulta, uno como paciente no tiene tan presente”.

Los resultados

A los pocos minutos, los valores de mi breve chequeo estaban listos. La doctora que realizaba la carga de datos me dijo: “Tenés 11 de presión, es normal. La cantidad de azúcar en sangre (la glucemia) es de 120, también es normal. Ya quedó abierta tu HCD”.