Sentirse útil, evitar el ocio y prepararse para la reinserción social
Los internos tienen un adversario en la rutina cotidiana que enfrentan cada mañana: El tiempo.
El motivo que los llevó a la penitenciaría es penado por la legislación vigente con la reclusión durante un tiempo preestablecido. Usar ese tiempo para preparar su reinserción social es el desafío del sistema carcelario; hacer que éste transcurra con mayor fluidez es el anhelo de quien está privado de su libertad.
“Muchos de los internos que se encuentran en la penitenciaría no gozan de contención social afuera de los muros, algunos no tienen familia, ni un entorno propio que los reciba o contenga. Si a esto le sumamos el rótulo que reciben por haber estado presos, es más difícil reinsertarlos en la sociedad” expresa el responsable del Sistema Penitenciario Provincial, Inocencio Carpio.
Los talleres y la educación son las herramientas que se aplican para “contener el ocio de los internos y brindarles una capacitación en oficio”, dice Carpio. El sistema empleado para quienes trabajan en los talleres les permite generar ingresos, los que pueden ser ahorrados o servir para ayudar a sus familias que se encuentran del otro lado de los muros.
“Los talleres permiten que los internos salgan a trabajar, que estén ocupados, que el ocio no les gane la cabeza; acompañados del fuerte impulso que se le está dando a la capacitación a los internos para que completen sus estudios primarios y secundarios. Hoy son cerca de 200 internos los que están estudiando y esto también aporta una disminución en la pena”, comenta Carpio sobre las políticas que se desarrollan en la penitenciaría, a partir de lo planificado con el Ministerio de Relaciones Institucionales y Seguridad.
A partir de una iniciativa del gobernador, CPN Claudio Poggi, la citada cartera, en conjunto con el Ministerio de la Vivienda, realiza, desde el taller de carpintería, las aberturas para las viviendas del plan Solidaridad.
La decisión de reforzar las acciones destinadas a la educación y a los talleres está fundada en la experiencia: “Hay estadísticas que afirman que, cuando un interno cumple con todos los niveles de educación, su nivel de reincidencia delictiva no llega al 2%”, destaca el jefe del Servicio Penitenciario.
