Lejos de rendirse, Ariel se prepara para terminar el secundario
A los 13 años perdió la vista por desprendimiento de retina en ambos ojos. Hoy, Ariel Velázquez (24) conserva intactas sus ganas de terminar el secundario. Sin miedos, decidió inscribirse en el Plan Educativo 20/30 y hoy cursa en el aula 3 del Centro Cívico de Villa Mercedes.
“Al principio, la ceguera me deprimió. Estaba inseguro, con miedos, pero un día me di cuenta que no ver no implicaba no poder hacer. Es un cambio de vida”, confiesa este joven emprendedor.
Sus problemas de salud, derivados de causas genéticas, lo obligaron a abandonar la escuela en 5° grado. Al perder la “luz” ?como llaman los ciegos al momento de perder la vista–, Ariel debió aprender a caminar, cocinar, entre otras actividades, para poder independizarse.
“En ese momento, quise terminar el primario y hacer el secundario. Fui a la Escuela Provincia de Mendoza, pedía el contenido de las materias y rendía libre. Sin embargo, el secundario no lo pude seguir de esta manera”, recuerda. Luego, apareció su segunda oportunidad con el Plan 20/30. “Mi hermano preguntó si podía cursar y presentó todos mis papeles. Hoy mi objetivo es alcanzar el título secundario”, asegura.
Volver a estudiar
De las 20 computadoras que tiene el aula 3 una es sólo para Ariel. Está adaptada con un software lector, que le indica si el equipo está encendido, conectado a Internet e, incluso, las materias que está cursando. “Por suerte, cuento con el apoyo y confianza de mis compañeros y, sobre todo, de mi profesora Susana Bongiovanni”, destaca el joven.
Y añade: “Estudiar es algo que todo el mundo tiene que hacer. Muchas personas discapacitadas no se animan a dar el primer paso porque les da vergüenza manejar una computadora o no saben leer. Yo les digo que se animen, que no tengan miedo. A mí, por ejemplo, me costó mucho aprender a leer Braille pero con mucho esfuerzo lo logré”.
Lejos de rendirse, este joven voluntarioso sueña en convertirse en periodista deportivo. Su amor por el deporte se remonta a 2005, cuando ganó la medalla dorada en la disciplina lanzamiento de bala, en los Juegos Nacionales Evita.
Amigos son los amigos
En su regreso al aula, Ariel se reencontró con un amigo de la infancia: Néstor Cabrera (23). “La casualidad nos juntó. Fue una gran sorpresa. Vamos y venimos juntos, nos sentamos uno al lado del otro y nos ayudamos mutuamente”, comenta sobre su amigo.
De chico, cada uno tomó su camino, pero la vida los reencontró. “Si él puede, todos podemos”, afirma, por su parte, Néstor. Y recuerda: “Siempre andábamos juntos, éramos muy compañeros. Después dejamos de vernos por su problema de salud y nunca supe que quedó ciego”.
El Plan 20/30 les dio, además, una segunda oportunidad para afianzar su amistad. Según Néstor: “Cuando escuché su voz después de mucho tiempo, salí del aula y le dije: ´Vos tenés que terminar de estudiar´. Así que ahora viene siempre; lo paso a buscar y charlamos de todo”.