La Punta: Los votantes eligieron el mediodía para emitir su voto
El ventoso y cálido mediodía fue el momento elegido por la mayoría de los vecinos para emitir su voto. Armaron 24 mesas en tres escuelas para 4470 electores.
Las mesas se dividieron así: siete en la Escuela Nº 434 “Nuevos Desafíos”, otras siete en la Nº 40 “Héroes de Malvinas” y 10 en la EPED Nº 1 “Rosenda Quiroga”.
En la Escuela Nº 40 “Héroes de Malvinas” el mediodía fue concurrido pero tranquilo. Personal de la Justicia Electoral ayudaba a quienes aún no sabían en qué mesa debían votar. A diferencia de otros años, en los carteles que señalaban los números de mesa no figuraban debajo el tradicional “Cr – Gl” que orientaba a los votantes, por lo que las consultas fueron abundantes, tanto a las autoridades como a los afiches con los padrones pegados en las paredes. Con 12 autoridades promedio por cada mesa, el canto a viva voz de nombres y documentos de los votantes era parte del sonido ambiente.
Las filas comenzaron a crecer y hay quienes tuvimos que esperar una hora para poder colocar el sobre en la urna. Para alivianar el lento paso del tiempo, auriculares y charlas entre vecinos, fueron la generalidad. Sin embargo, los hermosos dibujos, hechos por las manos de los alumnos que decoran las paredes de este prolijo edificio, sorprendieron a más de uno que disfrutamos tanto el arte como del mensaje.
“La jornada se desarrolla con total normalidad. Sin embargo notamos que la cantidad de fiscales que se ubica en los pasillos, antes del cuarto oscuro, incómoda la circulación y el armado de las largas filas”, observó el secretario de la Municipalidad de La Punta, Pablo Politi.
En esta escuela, ubicada a media cuadra de la Plaza de los Niños, el voto adolescente no fue para destacar, aunque sí el de la tercera edad.
Hubo numerosos padres jóvenes que llevaban a sus pequeños. La mayoría, al menos a una década de emitir su primer voto, miraban azorados las filas y preguntaban de todo.
Los padres, con mucha dedicación, explicaban qué era lo que ocurría y los niños parecían quedar satisfechos, aunque esas respuestas no lograban achicar el tamaño de esos ojos que todo lo miraban.
