Los chicos se preparan para limpiar el mundo
Alumnos del último año del Colegio N°3 “Manuel Belgrano” aportan su colaboración a la campaña internacional, y el martes 13 visitarán la Recicladora El Jote.
Los chicos trabajan intensamente junto al Ministerio de Medio Ambiente, colaborando con la campaña internacional “A limpiar el Mundo”, para que los vecinos tomen conciencia de que vivir en un ambiente limpio es sinónimo de salud y un mejor futuro.
Como parte de su capacitación y para poder replicar entre sus vecinos lo que aprendan, esta división del colegio visitará el próximo martes 13 la Recicladora El Jote, modelo en la provincia.
Allí conocerán cómo funciona, cómo se separan los residuos y cómo es su compactación para el posterior reciclado, entre otros procesos. “Buscamos que con la visita los chicos puedan entender y luego replicar la importancia de la separación en origen de los RSU”, adelantó Páez.
Como reconocimiento al trabajo realizado e incentivo para lo que vendrá, los chicos visitarán luego de la Recicladora El Jote, el Área Natural Protegida Mogote Bayo, cerca de Merlo.
“Desde el Ministerio siempre trabajamos con los chicos porque ellos nos recuerdan la importancia de cada granito de arena que podamos sumar desde nuestros lugares para hacer un mundo mejor, principalmente desde el aspecto ambiental, pero no solamente. Ellos hacen propias las causas porque les parece bien, porque están de acuerdo, no miden intereses personales ni posibles beneficios. Es una manera de actuar que debemos tomar como ejemplo”, destacó la ministra Daiana Hissa.
¿Cómo nació la Campaña Internacional “A Limpiar el Mundo”?
Hace 20 años un navegante y constructor de barcos, Ian Kiernan, tuvo la sencilla idea de limpiar su entorno, la bahía de Sidney, Australia.
En 1987 Ian compitió en las regatas en solitario BOC Challenge. Mientras navegaba por todo el mundo se horrorizó ante la contaminación que existía en zonas como el Mar de los Sargazos y en el Caribe.
Había esperado años para ver las legendarias algas largas y doradas. Sin embargo, su ilusión se transformó en rabia y desilusión cuando las encontró contaminadas y con basura enmarañada.
Ian recuerda: “No exagero al decir que experimenté una profunda desilusión cuando al llegar a este mar lleno de magia y misticismo, lo encontré sucio con sandalias, cubos de plástico, pañales desechables, tubos de pasta de dientes y bolsas de plástico”.
Al regresar a Sidney, en 1989, Ian pidió ayuda a sus amigos y organizó el “Día de A Limpiar la Bahía de Sidney” haciendo que 40.000 voluntarios recogieran de la bahía chasis oxidados de coches, plásticos de todas clases, botellas de cristal y colillas.
El navegante y su comité pensaron que si habían sido capaces de movilizar una capital, también podrían movilizar el país entero. Cerca de 300 mil voluntarios participaron en el primer “Día de A Limpiar Australia” en 1990 y el número ha continuado creciendo en los últimos 21 años en todo el mundo.
