El ballet santafesino deslizó un trozo de nuestra historia por el escenario
Veinticuatro bailarines del grupo Martín Fierro bailaron este domingo al ritmo del pasado. Presentaron Querencia. Fue en la Sala Hugo del Carril. La obra está dirigida por Ariel Sosa.
Querencia es de esos espectáculos que te dan ganas de volver a hojear los libros de historia. Cada cuadro marcaba una parte de ese pasado, un pasado de sangre, guerras y amores truncos, que nos forjó como nación. Sobre el escenario, esa mezcla de música y baile folclórico le daban el toque perfecto.
La obra está dividida en dos partes. La primera retrata la región conocida como el Gran Chacu Gualamba, que en lengua guaraní significa ‘lugar de las grandes aguas’. Es el territorio donde nace la raza litoral. Está atravesado de por lo místico y ancestral. Chacu Gualamba es danza hecha hombre, es selva, es sapucay, es inundación, torrente.
De caudillos y montoneras es el hilo conductor de la segunda parte. Representa el origen de nuestro pueblo, desde su conflictiva etapa de emancipación política y territorial hasta la gesta librada por los caudillos federales. Sobre el escenario no faltó ninguna pieza: el fortín, las montoneras, el ataque del malón, la historia de Camila O`Gorman, quien fue fusilada por un amor prohibido, la cautiva, el desertor, la reservada y la Confederación.
“La idea del espectáculo surgió de contar nuestra tradición tanto paisajista como histórica”, comentó el director de la obra, Ariel Sosa. Agregó que el ballet Martín Fierro es la primera vez que se presenta en un escenario de San Luis. “Comenzamos una gira por todo Cuyo y la terminamos en esta provincia”.
El ballet oriundo de Santa Fe está compuesto por treinta bailarines estables. “Hoy vinieron veinticuatro por una cuestión de movilidad”, explicó el director y coreógrafo de Querencia.