“Repensar el agua para la seguridad alimentaria”
Es el lema con el que invita la ONU a reflexionar sobre este día, ante el fenómeno poblacional que ha aumentado considerablemente en los últimos 50 años.
En 1989, el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recomendó que el 11 de julio se instaurase como el Día Mundial de la Población. Para la ocasión, el Secretario General de la ONU Ban Ki Moon, se pronunció al respecto, destacando la importancia de dedicar atención y recursos a la educación y la salud, como poderosas fuerzas para cambiar positivamente la sociedad, influyendo en las futuras generaciones. Mediante estos mensajes, organizaciones de gran influencia en los países de todo el globo, establecen parámetros de trabajo para que a través de políticas aplicadas en el ámbito regional, se produzcan las necesarias mejoras para un futuro mejor y sostenible.
En octubre de 2011 nació el habitante 7 mil millones (en 1960 la población mundial era de poco más de 3 mil millones); hecho que ha tenido profundas consecuencias para el desarrollo. Según la FAO, dicho incremento poblacional se agudizará en los próximos 50 años, trayendo aparejados un exponencial aumento del consumo de bienes y servicios, mayor cantidad de residuos y una marcada desigualdad en la disponibilidad de agua. La demanda del recurso crecerá sin pausa hasta el año 2050, el 60% en el ámbito mundial y en un 100% en los países subdesarrollados.
Un mundo de 7 mil millones, indica un gran desafío, al igual que una oportunidad para operar responsablemente en la urbanización, el acceso a los servicios de salud y la sostenibilidad.
San Luis Agua
San Luis Agua, se une a esta conmemoración y día a día a través de un programa destacado en cuanto a la funcionalización de cada uno de los rumbos esgrimidos por la ONU, acerca el agua a los puntos más distantes de la provincia, donde antes no existía acceso al recurso, delineando políticas para garantizar la seguridad alimentaria y el potencial saneamiento que esto implica.
Agua para todo el mundo
En el planeta, hay sólo un 3% de agua dulce, distribuido irregularmente. Las cuencas, glaciares y tantos otros recursos hídricos naturales, están bajo amenaza inminente, producto de numerosas acciones del hombre que día a día contribuyen al incremento de problemas tales como el calentamiento global, el incremento de la demanda de agua frente a una población en continuo crecimiento, las inundaciones y sequías, la contaminación, etc.
El 66% del agua dulce utilizada en el mundo es destinada a la agricultura, reforzándose con esto la premisa de si no se piensa hoy en el manejo del recurso, no habrá agua para mañana. Además, la falta o escasez de este bien no renovable se observa como un elemento encarecedor de los productos alimenticios.
Datos para tener en cuenta
El 40% de las frutas y verduras que se consumen proceden de la polinización que realizan las abejas, aunque recientes estudios demuestran que un 1/3 de dicha población ha muerto.
El principal alimento de la mitad de la población del mundo es el arroz. Este es uno de los cultivos que más demanda de agua en el riego posee, junto con el algodón.
Aproximadamente el 50 % de la población en India no tiene baño en su casa, por lo que realiza sus necesidades en la calle. Así como en la India, en decenas de países subdesarrollados y de América Latina la defecación al aire libre es algo difícil de erradicar debido a la falta de saneamiento.
Sin embargo, pese a los índices desalentadores que afectan las propiedades y la disponibilidad del agua, hay muchas acciones individuales como corporativas, que tienden a colaborar sustancialmente en la reducción de las huellas hídricas y alimenticias, estimulando el no derroche del recurso ni de comida. Empezando desde el hogar, cada individuo tiene la posibilidad de elegir prácticas sustentables, las cuales permitirán la disponibilidad de alimentos por muchas generaciones más.
