Dos equipos de la ULP representarán a la Argentina en la final mundial de la RoboCup
“Fénix Team” y “Es Cuestión de Lógica” buscarán consagrarse en la competencia que se realizará en Holanda. En esta nota, Andrés y Ezequiel Córdoba y Javier Silva, creadores del robot Fénix, cuentan cómo viven los días previos al gran desafío.
Programación, electrónica y mecánica. Tres roles complementarios que buscan un constante equilibrio para crear robots capaces de cumplir con los estándares internacionales. En este sentido, el trabajo en equipo, la estrategia de juego y, por sobre todo, el compromiso con la tarea, resultan esenciales. Los dos equipos que representarán a la Argentina, en la final mundial de la RoboCup 2013 en Holanda, lo saben bien. Formados en los talleres de robótica de la Universidad de La Punta (ULP), los integrantes de Es cuestión de lógica y Fénix Team buscarán consagrarse en la competencia de robótica más importante del mundo.
En las últimas semanas, ambos equipos pasaron largas horas ultimando los detalles de sus robots, preparados para la disciplina Rescate. En el taller de robótica de la ULP, ubicado en las instalaciones de la EPD Albert Einstein, se turnaron para dormir pero, también, para analizar e investigar la mejor manera de corregir los errores que se les habían presentado en la instancia provincial de la competencia. Las exigencias de la final mundial y el deseo de ser los mejores lo ameritaban.
Fénix Team: un equipo, tres ilusiones
Andrés Córdoba (16), Ezequiel Córdoba (14) y Javier Silva (18) integran Fénix Team. “En San Luis Digital 2012 nuestro robot dejó de funcionar de un momento a otro. No sabíamos si eran los sensores o el cerebro. Cuando nos tocó competir en la final provincial en la ULP, en cambio, anduvo re bien. ¡Hasta salimos primeros! Por eso, decidimos llamar a nuestro robot Fénix y a nuestro equipo Fénix Team”, explica Ezequiel.
Dentro del equipo, los chicos cumplen distintos roles: Andrés es el programador, mientras que Ezequiel y Javier están abocados a la electrónica y a la mecánica. “Nos preparamos como si tuviéramos que competir mañana”, asegura Andrés. Su hermano, Ezequiel, añade: “Queremos estar listos para lo que sea. Por eso, tratamos de simular el escenario más difícil para no encontrar sorpresas en Holanda”. Javier, el “constructor” del equipo, explica, por su parte, las claves de Fénix: “Tuvimos que considerar la altura de los sensores, de los motores sobre la placa y equilibrar el peso adelante y atrás. Fue difícil pero lo logramos”.
En abril de este año, los chicos de Fénix Team se presentaron en la instancia provincial de la competencia. ¿Su objetivo? Ganar un lugar en la final mundial de la RoboCup. “Nunca pensamos que podíamos ganar el viaje a Holanda. En el nivel 2, nuestro robot seguía comportándose igual que en el modo fácil. Además, todos los equipos estábamos muy parejos en puntaje”, repasa Andrés.
Finalmente, sus oponentes comenzaron a tener problemas y, en la penúltima ronda, lograron hacer una vuelta perfecta y sacar una diferencia de 600 puntos respecto al segundo equipo.
“Como equipo sentimos una alegría inmensa”, asegura Javier. Andrés, por su parte, recuerda el momento en que llamó a su familia para darle la buena noticia: “Mis papás no habían podido ir a la competencia, así que les hice una llamada en broma. Les dije que no me iban a ver durante algún tiempo. Cuando les expliqué que era porque había ganado el viaje a Holanda se emocionaron mucho”.
El sueño de viajar por primera vez al exterior los desvela y los motiva a pensar nuevas estrategias para ser los mejores. Según Ezequiel: “Vamos con grandes expectativas de obtener un buen puesto. Sabemos que la competencia va a ser dura -habrá 2500 participantes de 24 países- pero vamos a representar bien a nuestro país y, también, a nuestra provincia”.