Volver a empezar
El ciclo lectivo del Plan 20/30 se puso en marcha. El programa educativo de terminalidad secundaria impulsado por el gobierno de la provincia de San Luis, beneficiará a los jóvenes que tienen entre 20 y 30 años que no pudieron terminar sus estudios de grado.
En el estadio del Club GEPU sobrevoló entre los presentes un clima de fiesta y esperanza. Miles de historias distintas conviven con el inicio del ciclo lectivo. Las puertas para terminar los estudios y la esperanza de un mejor futuro laboral y profesional, parecía reinar en las tribunas del mítico Emilio Perazzo
En el acto de inicio, los estudiantes estaban cada uno en su lugar, reviviendo la época en la que se sentaban frente a sus maestros, esta vez, con la determinación de no levantarse hasta terminar el camino emprendido.
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Laura, Atilio, Milton, Eduardo, forman parte de los que sueñan con un mañana mejor, forman parte de las 10.364 historias diferentes, que protagonizan los sanluiseños que avizoran en el Plan 20/30, la oportunidad de poder progresar.
Cada uno tiene una marca en su vida que lo distingue de todos los demás. Eduardo, por ejemplo, tiene 24 años, dejó sus estudios para empezar a trabajar como albañil. Hoy decide terminar sus estudios, buscar un trabajo mejor y estudiar en la universidad.
Laura, dejó los estudios cuando su papá se quedó sin trabajo, la vuelta a clases la pone en condiciones de terminar un ciclo que no estaba completo en su vida. “De verdad felicito al gobernador por esta iniciativa. Es muy importante poder terminar el secundario”.
Milton tiene 22 años, una hija pequeña y un bebe en camino. El abandonó los estudios a los 13 años para salir a trabajar. Trabajó mucho tiempo arreglando autos y motos. “Con esta posibilidad espero terminar mis estudios. Quisiera estudiar algo relacionado con la mecánica y poder actualizarme porque hoy en día todo es tecnología”, reflexiona sobre el camino que va a transitar.
“Con el Plan 20-30 busco darle un buen futuro a mi hijo”
Emanuel apuesta a esta segunda oportunidad con el apoyo de su familia y su pequeño hijo. El joven se vio obligado a abandonar la escuela en primer año debido a un accidente que le quitó la visión de un ojo y le produjo trastornos en el habla. A pesar de las adversidades, no se dio por vencido.
Hoy, emprende un nuevo camino con el que podrá concluir sus estudios secundarios. Este gran paso le permitirá soñar con su vocación. “Me gusta la astronomía y todo lo relacionado con el universo”, explicó el joven. Y añadió: “Mi principal objetivo es darle un buen futuro a mi hijo, y con el Plan 20-30 lo voy a lograr”.
Una de las protagonistas y guías en la vida de Emanuel es su mamá Norma: “La educación es una de las bases del trabajo. Este plan le ayudará a socializar y a insertarse en el mundo laboral como cualquier chico de su edad”, aseguró con los ojos llenos de lágrimas.
En aquel momento, el accidente de Emanuel puso a prueba a toda su familia, “gracias a la contención y el apoyo familiar, logramos que Emanuel saliera para adelante con su vida y sus proyectos personales”, destacó Norma, y añadió: “Él cumplirá con un anhelo que la familia siempre quiso. Estamos felices. Cuando obtenga su título secundario, su vida cambiará”.
Para la familia Ozán, el Plan Educativo 20-30 es una oportunidad que todos los jóvenes debieran aprovechar: “Que este proyecto llegue hasta el lugar más alejado de la provincia es significado de igualdad”, concluyó Norma.
En busca de nuevos horizontes laborales
Sandra Mabel Velázquez, es una joven madre radicada a 10 kilómetros del paraje El Cadillo, junto a su marido Juan, culminarán el secundario.
“Vivimos este momento con mucho nerviosismo y ansiedad”, aseguró Sandra. Y añadió: “Para mí es un sueño cumplido. Esta oportunidad de progresar y ser alguien me llena de energías. Mi deseo más grande es terminar el secundario para conseguir un buen trabajo”.
El Plan Educativo 20-30 se basará en la modalidad de las Escuelas Públicas Digitales. Al respecto, Mabel comentó: “Nunca usé una computadora y tampoco internet. Le tengo un poco de miedo, pero sé que tendré el apoyo de mis profesores”.
Una familia que aspira a culminar sus estudios
El Cadillo es un paraje rural que reparte su pequeño casco urbano entre tres provincias: La Rioja, Córdoba y San Luis. Desde 2005 se destaca por un encuentro de agrupaciones gauchas. Tiene una sola escuela, la N°187 El Cadillo, que pese a estar ubicada en territorio riojano, posee conexión wifi gracias al Gobierno de la provincia de San Luis.
A 10 kilómetros de la escuela vive la familia Mercado. Francisca es madre de ocho hijos de entre 11 y 21 años. Dos de ellos se inscribieron en el Plan 20-30. “Mis hijos y yo no pudimos terminar el secundario, vivimos a 10 kilómetros de El Cadillo sobre camino de tierra, y en época invernal es imposible caminar con bajas temperaturas”, aseguró.
El estudio deberá coexistir con el trabajo diario, entre el riego de campos cercanos y la cosecha de la papa. Aun así, Francisca destaca la importancia de que sus hijos vuelvan a clases. “Este plan educativo es una oportunidad muy buena para mis hijos. Les va a permitir aprender y crecer como personas”, opinó.
Javier, de 24, es yerno de Francisca. Otro de los miembros de la familia que concluirá sus estudios a través del Plan 20-30. En su momento, debió abandonar el secundario para ayudar económicamente a sus nueve hermanos. ”Cuando me enteré de este plan educativo no dudé un segundo en inscribirme. Que esta oportunidad llegue a un paraje tan lejano es muy valorable”, destacó.
