Franco Rosales no se encontró con la suerte
Por todo lo vivido no era el fin de semana del puntano, ya que, en todos los días de actividad en el Roberto Mouras de La Plata, siempre se le presentó algún inconveniente.
El día viernes se dedicó simplemente a girar en un circuito que hacía seis meses no transitaba y, si bien el auto en general anduvo bien, se presentó una vibración que había que solucionar para el día siguiente.
En las pruebas de clasificación de la jornada del sábado, la suerte del piloto puntano quedó echada cuando tocó uno de los reductores de velocidad y producto de ello se dañaron algunos elementos de la caja de cambios. Consecuencia de ello, debió largar la serie desde el fondo, en el puesto 14.
Durante la clasificación, cuando parecía que se quedabacon la octava posición, Juan Manuel Haesevocts lo encerró en el curvón, provocando el despiste de Franco y el cierre de un día que lo dejaba con las manos vacías y pensando solamente en el trabajo que debía hacer en la final, remando desde atrás.
En la carrera del domingo, la suerte tampoco acompañó al piloto del auto 44.
Franco Rosales: “En la final se soltó el tachito de descarga del aceite, que empezó a caer sobre el escape. Había mucho humo y se empañaba el parabrisas, hasta que en un momento hubo una explosión, salió una llamarada y decidí parar”.
“Luego de la carrera estuvimos viendo el auto con el equipo y descubrimos que, además del inconveniente del aceite, también hubo un problema eléctrico, de allí tanto humo”.
“Definitivamente, no era mi fin de semana, ya que cada vez que salí a pista tuve un problema diferente. Por lo pronto, ya nos focalizamos en la próxima carrera, en trabajar para conseguir el presupuesto y además solucionar todos los problemas para contar, como siempre lo hago, con un auto confiable” declaró el piloto.