Ariel Balmaceda, orgullo de San Luis en el TC 4000 Argentino
El automovilismo es una de las pasiones que más atrapan a los argentinos. Cada fin de semana, cientos de miles de fanáticos emprenden un viaje de tres días, siguiendo a su categoría favorita a cualquier parte del país. Es un folclore interminable y mágico que da vida a un mercado gigante donde se mueve público, empresas, equipos, autos, medios de comunicación y pilotos.
Y es en este lugar donde nos detenemos y donde la provincia de San Luis tiene a un digno abanderado. Se trata de Ariel Balmaceda. Nacido el 23 de marzo de 1978, lleva casi 20 años de trayectoria en el automovilismo nacional con amplios resultados.
Tras dar sus primeros pasos como co-piloto de su padre Héctor, hace su debut como piloto convirtiéndose en la Revelación de 1997. Desde allí todo fue felicidad: 4 carreras ganadas en 1998, Subcampeón de la categoría TC 4000 A en 1999 y 2001, con 16 carreras ganadas y 16 pole, se consagra Campeón del TC 4000 A en 2003 y vuelve a repetir la hazaña en 2004.
En 2007 debuta a nivel nacional en Copa Megane y Desafío Ford Focus, debuta en el TC Zonal Cuyano en 2008 con Chevrolet, y en el 2010 ingresa al Top Race Series y al Turismo 4000 Argentino, categoría donde continúa hasta la actualidad.
En sus planes a corto plazo está la llegada a la categoría TC Mouras y sus metas no tienen fin.
Con toda la habilidad que le da la experiencia y toda la jerarquía que ostenta al volante, Ariel Balmaceda está dispuesto a ser protagonista en cada carrera. Siempre está peleando los primeros puestos. Su optimismo y simpatía lo convierten en uno de los pilotos carismáticos que más busca el público a la hora de sacarse fotos en los boxes o pedir autógrafos.
Cuando se sube al auto, se complementa con el entorno y sale a ganar. Su pasión por los autos lo hace entender cada motor, cada pieza, cada chasis, como armas para obtener grandes resultados. Y no se deja amedrentar por problemas en la pista, fallas mecánicas o factores climáticos. Balmaceda encara cada competencia como un “Tigre” capaz de salirse por su cuenta de cada obstáculo hasta ver la bandera a cuadros.
San Luis se merece hacer historia en el automovilismo con un piloto profesional de la talla de Ariel Balmaceda, que siempre está en constante movimiento y este año se atreve a ir por más.
