Situación de la coqueluche, tos convulsa o pertussis


El Ministerio de Salud recomienda mantener el alerta y sensibilizar la sospecha diagnóstica y la notificación de coqueluche ante la detección de signos y síntomas compatibles con la enfermedad.

El coqueluche, o tos convulsa, es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa y una de las principales causas de morbimortalidad en la niñez. Esta enfermedad es prevenible a través de la vacunación.

Según datos remitidos por las provincias al ProNaCEI, hasta diciembre de 2012 fueron notificadas 30 defunciones por tos convulsa, de las cuales 76% correspondieron a menores de tres meses; mientras que en 2011, hubo 70 niños fallecidos a causa de la enfermedad, 91% menores de 4 meses.

Del análisis de los casos fatales reportados durante 2012 se desprende que 40% de los mismos correspondieron al período anterior a la implementación de la estrategia de vacunación contra la tos convulsa en embarazadas.

En la provincia de San Luis se registró durante el año 2012 un aumento en la notificación de casos: 48 casos sospechosos y 19 confirmados. En tanto en el año 2011 se registraron 5 sospechosos y 1 solo caso confirmado.

Cabe destacar que no se han producido defunciones por esta causa en la Provincia.

Características de la enfermedad

La tos convulsa es una enfermedad endémica producida por la bacteria Bordetella pertussis, que se distribuye en todo el mundo, con picos de frecuencia cada dos a cinco años. Si bien la introducción de la vacuna produjo la disminución de los casos, no modificó su periodicidad y actualmente se la considera una enfermedad reemergente.

En consonancia con el resurgimiento de patologías asociadas a la bacteria causante de esta enfermedad, informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en la actualidad se producen 50 millones de casos de tos convulsa en el mundo y 350.000 personas mueren cada año.

El Ministerio de Salud recomienda mantener el alerta y sensibilizar la sospecha diagnóstica y la notificación de coqueluche ante la detección de signos y síntomas compatibles con la enfermedad. Asimismo, se deben realizar acciones para aumentar las coberturas de vacunación del Calendario Nacional de Vacunación, en todas las etapas de la vida, particularmente las de los 18 meses de vida, al ingreso escolar y a los 11 años.

Como estrategia complementaria, con el propósito de proteger ante la tos convulsa y disminuir la mortalidad de los lactantes menores de 1 año, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Co.Na.In) y el ProNaCEI recomiendan la vacunación con vacuna triple bacteriana acelular (dTpa) a mujeres embarazadas a partir de la vigésima semana de gestación, independientemente de su esquema de vacunación antitetánica.

En el caso de no recibir la vacuna en el embarazo, ésta deberá ser aplicada en el puerperio, aunque esta estrategia es de menor efectividad para proteger a los lactantes.

Los lactantes pequeños, menores de 6 meses, son los que padecen la enfermedad más grave, no sólo por su corta edad sino porque no han logrado tener las 3 dosis del esquema básico contra la enfermedad.

Toda persona que no es vacunada resulta en un incremento de los susceptibles a la enfermedad que se irán acumulando en el tiempo, y que trasmitirán la enfermedad a los lactantes quienes la padecerán en forma más grave. De este modo, resulta imprescindible no perder oportunidades de vacunación en ninguna edad ni grupo de riesgo.



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