Los chicos de APADIS cerraron el año escolar con cuentos y títeres
Los más pequeños realizaron una obra de teatro con títeres, inspirada en el cuento Tino el Cochino, propuesto por Contextos. Los más grandes también realizaron juegos grupales con títeres.
La escuela especial Nº 9 APADIS cerró, el viernes pasado, el año con una actividad efectuada para el concurso ‘Cómo vincular al niño, el libro, el entorno y los docentes’ del Plan Permanente de Lectura Contextos, de la Universidad de La Punta (ULP). La consigna fue: títeres y cuentos.
El encuentro se dividió en dos etapas, por un lado los padres de los más chiquitos -4 a 12 años- representaron con títeres la obra de teatro ‘Tino el Cochino’, uno de los cuentos que propone Contextos en el rincón de lectura que tiene instalado en la institución educativa. Por otra parte, los más grades realizaron juegos y expresión corporal con títeres realizados por ellos.
Mary Lucero, mamá de Rocío Agüero (11), entre risas y emoción definió a la obra de títeres como “una experiencia inolvidable”. “Es la primera vez como mamá que participo, es algo fantástico, único”. Explicó que en la primera etapa de trabajo con el cuento, los chicos se disfrazaron y lo interpretaron, luego hicieron en títeres los personajes y para cerrar el ciclo los papás representaron el cuento con marionetas.
“Rocío se vistió como la abuela de Tino, y ahora con el títere voy a hacer yo el papel de Rocío. Ellos se sienten realizados al ver que sus papás los acompañan. No puedo explicar la cara de felicidad de mi hija cada vez que participo. No es fácil vivir en su mundo pero uno aprende y todo esto te ayuda a aprender. Pasamos momentos muy lindos”.
Mary explicó que su hija tiene Síndrome de Down, con retaso mental moderado. “A través de la lectura la nena ha crecido. Si ella ve que un libro que le interesa busca la manera de hacértelo saber y te busca para que se lo leas”.
Amalia Scarel, es mamá de Irina Pedernera (11), quien también presenta Síndrome de Down. Expresó que su hija ha evolucionado de a poco, que no sabe leer, pero interpreta todas las imágenes y conoce a todos los personajes del cuento. “A nosotras nos tocó interpretar a la hormiguita del cuento. Irina ha aprendido muy bien la enseñanza de la historia, se lo toma muy enserio, sabe que ciertas cosas no se hacen, te señala que hay que lavarse las manos y que no debe embarrarse, está muy entusiasmada”.
Actividades lúdicas para los más grandes
La actividad para los chicos de 14 a 21 años fue grupal y dinámica. Colocaron todos los títeres que ellos mismos hicieron sobre una alfombra y armaron una ronda a su alrededor. Participaron chicos del turno mañana y tarde. La titiritera Graciela Suárez, los hizo tomar de las manos y les explicó que esa es “una buena acción para transmitirse energías positivas y afecto”. Luego de presentarse unos con otros, cada uno buscó su marioneta y “cobraron vida”.
Realizaron actividades como presentarle el títere al compañero del lado, los hicieron bailar solos y en pareja, y el final implicó dejarlos dormir hasta la próxima vez que les den vida.
Carlos Ortiz (12) tiene retraso metal, con una gran sonrisa contó que él confeccionó un títere con forma de nene. “En la escuela hicimos títeres y los cocimos muy bien. Me divierten las fiestas como estas, compartimos con los chicos, con amigos”.
Su compañera Antonella Guardia (13), retraso irregular social, contó que hizo una araña de títere, utilizó papel y la pintó de blanco y negro, y para las patitas utilizó goma espuma. “También nos llevan a leer cuentos al rincón de lectura, me gusta leer sobre alimentos, nos enseñaron que no tenemos que comer papas fritas porque tienen mucho aceite, en la escuela hacemos de comer pizza, galletas, guiso de arroz, pan casero, en mi casa leo junto a mi hermana recetas”, dijo.
Los títeres como herramientas de comprensión y expresión
La escuela contactó el apoyo de una titiritera para la actividad, Graciela Suárez habló sobre la experiencia. La idea de incorporar los títeres es motivar su expresión plástica. Con respecto al trabajo anual la especialista señaló: “Tuvimos que respetar sus tiempos. Es muy importante trabajar la lectura y los títeres al mismo tiempo, porque los personajes cobran vida. Recrear la lectura con muñecos físicos los ayuda a incorporar mejor los conceptos a su mente”, explicó.
“Además ?agregó? combinamos dos aspectos fundamentales: la expresión corporal y la interpretación de la lectura. A través de los títeres dicen lo que quieren expresar, por ejemplo, hoy le pedimos que bailaran con el títere y ellos también bailaban, algo con lo que generalmente se inhiben, es una prolongación de su cuerpo y también es más fácil para los docentes”.