El Ministerio de Salud adhirió al Día Mundial de la Psoriasis
El pasado 29 de octubre se conmemoró el ‘Día Mundial de la Psoriasis’, una enfermedad crónica de la piel no contagiosa, tratable por el médico dermatólogo y que puede asociarse a otras enfermedades.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, de evolución crónica, de naturaleza inmunológica, predisposición genética y desencadenantes multifactoriales, que padecen 125 millones de personas en todo el mundo y alrededor de 800.000 pacientes en nuestro país.
Se trata de una enfermedad que puede aparecer en diferentes momentos de la vida y afectar tanto a adultos como a niños y a ambos sexos por igual. Se caracteriza por lesiones rojas, sobre elevadas de la piel normal y escamas blanquecinas, que se desprenden fácilmente y pueden picar, sangrar o doler. Puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero las zonas más comúnmente comprometidas son los codos, rodillas, cuero cabelludo y región sacra.
La enfermedad produce un alto impacto en la calidad de vida del paciente, pudiendo provocar cuadros psicopatológicos como ansiedad, depresión, aislamiento y adicciones como el tabaquismo.
Paralelamente predispone a padecer otras enfermedades inmunológicas: (artritis psoriásica, enfermedad inflamatoria intestinal), cardiovasculares: (ateroesclerosis, infarto agudo de miocardio) o inflamatorias: (obesidad, síndrome metabólico).
Actualmente existen muchos tratamientos y para ello el médico tiene en cuenta la localización, extensión y gravedad de las lesiones así como el tipo de psoriasis, la edad, el riesgo/beneficio, entre otros factores.
Desde la Coordinación de Promoción y Políticas Sanitarias recomiendan que “el tiempo de tratamiento dependerá de los factores antes mencionados, pero lo importante es prevenir, por ello ante la menor sospecha de la enfermedad una consulta con el médico especialista en dermatología es fundamental, ya que dará un diagnóstico adecuado y un tratamiento precoz para evitar el progreso de la enfermedad y lograr el control de la misma”.
Si bien no existen soluciones rápidas, una consulta a tiempo, el tratamiento correcto y la consciencia pueden corregir la calidad de vida de los pacientes y las lesiones pueden mejorar y hasta desaparecer, aunque siempre persistirá la predisposición.