La escuela digital para adultos revive esperanzas en Juan Jorba
Tiene 20 alumnos y tuvo la primera egresada de todas las escuelas digitales para adultos de la provincia. También fue la primera en recibir alumnos analfabetos.
Juan Jorba, localidad al noreste de San Luis, tiene cerca de 200 habitantes y 20 de ellos confían sus sueños en el aula de la Escuela Pública Digital para Adultos (EPDA), que la Universidad de La Punta (ULP) abrió en 2009. Son vecinos que no habían concluido sus estudios. Pero también están quienes nunca comenzaron.
Ricardo Salvático, a sus 44 años apenas cabe en la silla del primer banco del aula. De tez rosada y redondos ojos azules, en compose con su ajustado corbatín, despliega sobre el banco que golpea sus rodillas, un cuaderno Rivadavia donde lleva prolija y ordenadamente su tarea diaria. En el 2009 aprendió a tomar el lápiz, hoy está a una materia de finalizar el primario.
“Fui a la escuela una semana cuando tenía ocho años, y tuve que dejar por las fuertes convulsiones que me daban, soy epiléptico. La maestra le mandó una cartita a mi mamá diciéndole que no me mandara más porque los chicos se asustaban, todos los días me daban convulsiones”, explicó Ricardo. “Fui el primero que vine a la escuelita, me entusiasma aprender, me falta poco para terminar el primario”, agregó.
Le gusta sacar cuentas y se considera una “persona constante”. A pesar de que el manejo de la computadora le costó, con ayuda del docente y perseverancia logra hacer los ejercicios. Cuando termine el secundario, quiere estudiar cocina para poder trabajar en Villa Mercedes, ya que ahora cultiva para alimentarse y con el dinero que gana en el Plan de Inclusión Social, paga sus medicamentos. A Ricardo, según confiesa, estudiar no solo le ayudó a realizarse académicamente sino también a independizarse y perder temores. “Antes de empezar a estudiar, no quería salir de mi casa, la primera vez que viajamos con los compañeros, quería llevar a mi mamá, no me animaba a viajar por miedo a descomponerme. Ahora vengo acá y la profesora me cuida, ella es como una madre para mí”.
Elsa Canabiris es la docente mentora de la ULP que tiene a cargo las clases, y agrega a la pedagogía varios minutos para dar consejos de vida. Contó que sus alumnos superan los 18 años, algunos hacen la primaria y otros la secundaria. La escuela digital para adultos ofrece esa posibilidad, porque la enseñanza es personalizada: en la misma aula se cursa cualquier grado de primario, o nivel de secundario. “También tengo dos alumnos analfabetos. Todos saben y confían que acá recibirán su título y van a poder seguir estudiando”, remarcó.
La primera egresada del sistema de la escuela digital para adultos de la provincia es de Juan Jorba, como así también fue la primera escuela de ese tipo en recibir alumnos analfabetos. “Tuvimos muy buenos resultados, uno ya está a una materia de terminar el primario, y este año se sumó otro, a partir de esta experiencia el resto de las EPDA empezaron a aceptar a adultos que nunca fueron a la escuela”, señaló la docente.
Con 24 años, Lucio Pequerman, cumple horarios rotativos de 12 horas en una fábrica cercana al pueblo. A veces, después de trabajar toda la noche va a la escuela y a la salida le toca un nuevo turno laboral. Dejó de estudiar a los 15 años, porque decidió trabajar en el campo. “Ahora volví, quiero mejorar mi calidad de vida. Estoy conviviendo y pensamos tener hijos, ¿con qué cara los voy a mandar a la escuela si yo la dejé? Es cuestión de voluntad”, destacó el joven.
Su compañera Jésica Sosa, de 28 años, es madre de dos hijos, y es ordenanza de la escuela del pueblo. La mercedina fue criada por sus abuelos. Dejó la escuela en octavo año cuando sus abuelos fallecieron. “Desde los 14 hasta los 18 me quedé sola, casi en la calle, ahí conocí a mi pareja. Me quedé embarazada y vine a vivir a Juan Jorba. Acá me hice amiga de señoras que me aconsejaron que viniera a estudiar y me gusta porque sé que tengo la capacidad para terminar”, dijo convencida.
Jésica trabaja mañana y tarde, pero no deja de tomar sus clases diarias. Al regresar a su casa, hace las tareas con sus hijos, juega con ellos, les cocina, y cuando todos se van a dormir, se sienta a estudiar para el día siguiente. Su sueño es ser maestra de nivel inicial o de primaria.
El rector de la ULP visitó la escuela
La semana pasada, el Gobierno de San Luis entregó, en Juan Jorba, computadoras a niños de primer grado del departamento General Pedernera, con el programa Todos los Chicos en la Red. Al finalizar el acto que dirigió el gobernador Claudio Poggi, el rector de la Universidad de La Punta, Alejandro Munizaga, visitó a los alumnos de la escuela digital.
Durante el encuentro consultó acerca de las necesidades de la escuela y pactó con la docente Elsa Canabiris entregar diez máquinas nuevas. Asimismo, planteó la posibilidad de ejecutar carreras terciarias a distancia que tengan que ver con la actividad de la región, en este caso los ciudadanos trabajan la agroalimentación, el cultivo de semillas y la cría de animales.
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