La ULP brindó una capacitación sobre el sistema de inocuidad alimentaria
Se abordaron ejes centrales y requisitos de la norma ISO 22.000. Asistieron representantes, profesionales, jefes y responsables involucrados de distintas industrias alimenticias.
La Universidad de La Punta (ULP) brindó una nueva capacitación en el marco de normas de calidad. En esta oportunidad se realizó una charla sobre las normas ISO 22.000. Éstas implican un conjunto de normas alimenticias avaladas por la Organización Internacional para la Implementación de Sistemas de Gestión de Inocuidad de Alimentos. El curso estuvo a cargo de la Gabriela Puchol, auditora líder de la empresa Det Norske Veritas (DNV).
“El objetivo central de esta capacitación es difundir y establecer las normas de seguridad alimenticia, actualmente hay una gran tendencia e interés muy marcado en empresas nacionales e internacionales en implementar estas normas alimenticias”, explicó Puchol.
La norma ISO 22.000 es una norma estándar que se basa en los principios y análisis de peligro y puntos críticos de control (HACCP). El fin es garantizar calidad alimentaria. Los requisitos que exige son para aplicarse a todas las organizaciones y empresas que se encuentran involucradas en el proceso de una cadena alimenticia, y hace frente a amenazas físicas, químicas y biológicas. Además, incluye agricultores, ganaderos, productores de materia prima, cadenas de distribución, productores de todo tipo de material que se encuentran en contacto con los alimentos.
Durante la capacitación se abordaron los requisitos adecuados para cumplir con las normas de calidad alimenticia, y las herramientas necesarias para sustentar las metas y objetivos, elementos claves y regulación de seguridad alimenticia.
“Las personas que se capacitan pueden tener las herramientas necesarias para reconocer los diversos riesgos de una empresa u organización al momento de emitir un producto alimenticio, y detectar si es inocuo o no, desde la fabricación de un vino en una bodega, verificar que esté bien cerrado, que no contenga restos de vidrio, etc., realizando un procedimiento de control adecuado”, detalló Puchol.
Añadió también que el concepto de alimentos sanos está instaurado desde hace más de una década. “El consumidor es más exigente”, dijo. Y agregó que la norma ISO 22.000 es la que más certifica a nivel mundial, lo que permite a las empresas la oportunidad de exportar a otros países”, concluyó.