Juego y arte para estimular las habilidades intelectuales de los chicos sanluiseños


En espacios de esparcimiento también puede haber construcción de conocimientos, y lugar para el ejercicio de habilidades intelectuales. Así se da en los talleres de juego y arte que la Universidad de La Punta (ULP) brinda para alumnos del modelo 1 a 1 provincial Todos los Chicos en la Red.

Es una actividad pensada para mejorar el rendimiento intelectual de los pequeños que participan y se basa en una iniciativa dela Universidadde Berkeley. Por ello, una parte importante es la medición de coeficientes para determinar grados de evolución.

La propuesta es de asistencia libre y se brinda en horarios extraescolares, en diversas localidades de la provincia. Son talleres de tres horas, donde los chicos se divierten con juegos de mesa especiales, se expresan a través del dibujo y diversos otros tipos de materiales. Se agrega el aprendizaje de instrumentos, como guitarra, batería, flauta, entre otros.

En la experiencia de Berkeley se comprobó que determinados juegos ayudan a mejorar la velocidad de procesamiento cerebral, la atención, la memoria y la capacidad de resolución de dificultades. Por su parte, la casa de estudios puntana agregó actividades artísticas que estimulan otras funciones cerebrales relacionadas con la creatividad, la inventiva y la simultaneidad del pensamiento.

Para conocer cómo inciden los talleres, los docentes mentores dela Universidadque están a cargo, les toman a los niños dos exámenes basados en el “test de matrices progresivas” de J.C Raven. La primera observación se realiza al comenzar el taller para conocer el nivel de desarrollo intelectual del niño y la segunda se toma al superar las 20 horas de juego, para evaluar su evolución. El test de Raven es no verbal e implica describir la pieza faltante de una serie de láminas impresas. En esta tarea deben aplicar habilidades perceptuales de observación y razonamiento analógico para deducir el faltante en la matriz.

El licenciado Silvio Villareale, psicólogo que analiza los test realizados en los talleres, dijo que se decidió usar este método de medición porque no es necesario que la persona que se desea medir tenga algún entrenamiento especial. “Lo puede realizar cualquier persona, incluso alguien que no sepa leer ni escribir, como un niño de cinco años, y también permite llegar a personas de cualquier sustrato social, intelectual y económico”, agregó.

Villareale utiliza la escala de medición que propone la científica Argentina, Silvia Bunge, y explicó que un coeficiente de 90 puntos denota una capacidad “limítrofe”, a lo que sería un débil mental; superando esa escala hasta los 120 puntos se demuestra una “inteligencia esperable”. Asimismo, debajo de los 90 puntos, se encuentran los débiles mentales ligeros, moderados y profundos.

El especialista destacó que en la categoría de las debilidades hay muchos factores determinantes. Por ejemplo, los “falsos débiles”, chicos que no tienen estimulación en su contexto, y no se los educó en consecuencia se comportan como débiles mentales, lo cual, no tiene que ver con una condición orgánica.

“Por esto es tan importante llegar con el taller de juego y arte a lugares aislados, porque es una estimulación constante. El juego y el lenguaje son los principales motores de la construcción de la inteligencia. Los juegos tienen la capacidad de estimular el pensamiento analógico, encontrar distintas formas de resolver un problema”, aseveró Villareale.

Asimismo, explicó que en los exámenes tomados se ha podido arribar a la conclusión de que se ha logrado un incremento de tres a cuatro puntos en algunos casos. “Esto es muchísimo ya que la segunda evaluación se hace a las 20 horas de juego”, explicó el psicólogo. Y añadió que a partir de los resultados se decide cómo seguir según cada caso en particular.

En referencia a esto, la coordinadora de los talleres, Alina Gutiérrez indicó que el espíritu del plan es la atención personalizada de cada niño, entonces en las localidades donde los chicos tienen dificultades se han agregado docentes y en otros casos donde los chicos demuestran muy buen desempeño se renuevan los juegos con mayores desafíos.

Otro aspecto que se trabaja es la conducta, ya que hay chicos que no tenían hábito de practicar con juegos de mesa y presentan signos de desatención e inquietud. Se implementó también el trabajo con profesores de gimnasia: durante la primera hora del taller realizan juegos físicos, de esta manera, los chicos descargan energías. “Esto dio muy buen resultado porque después practican con los juegos de mesa, plástica y música con muy buena atención y autocontrol”, indicó Gutiérrez.

Este año se agregó una nueva propuesta que incluye a jóvenes adolescentes. La actividad consiste en “integrar a la comunidad”, esto es, trabajar en campañas visuales; por ejemplo, realizar murales que dejen una enseñanza sobre el cuidado del medio ambiente, concientización sobre el tabaquismo, etc. “La idea es que los chicos se sientan integrados y útiles en el lugar donde viven. Se busca fomentar el espíritu de servicio entre ellos y hacia la comunidad”. Al respecto, Gutiérrez adelantó que ya comenzaron con un trabajo de bosquejos chicos de Balde y Potrero de los Funes, y que en las próximas semanas realizarán grafitis con aerosoles.

La iniciativa está dirgida a alumnos de Todos los Chicos en la Red.
La iniciativa está dirgida a alumnos de Todos los Chicos en la Red.
La iniciativa está dirgida a alumnos de Todos los Chicos en la Red.


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