Por una integración familiar, escolar y social de bebés con necesidades de atención especial


Myrtha Chokler es doctora en Fonoaudiología de la Universidad del Museo Social Argentino, y doctora en Psicología de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociaux, de la Universidad de París. De reconocida labor en Europa, Chokler decidió dedicarse a los chicos que, por uno u otro motivo, no pueden desarrollar su vida en condiciones habituales. La especialista es una de las autoras del libro ‘Educación para la libertad’, que editará el Instituto de Estudios Sociales y Psicosociales (IESP) de la Universidad de la Punta (ULP).

La obra refleja un proceso de intercambio de experiencias educativas realizadas en la provincia de San Luis, entre 2007 y 2012, a cargo de un equipo docente con trabajadores de la educación y la salud, y se centra en la integración de chicos especiales en la actividad educativa regular. El texto también rescata la experiencia en ese sentido de la escuela Platerito, que funcionó durante los años 60 en Buenos Aires, y el abordaje de expertos en la materia.

En el texto de la ULP, Chokler aporta su trabajo en el campo de la integración familiar, social y escolar de los bebés que nacen con necesidades de atención especial, desde el enfoque de la Neuropsicosociología del desarrollo. A continuación ofrece su mirada sobre el tema y sobre cómo el modelo educativo influye en las competencias y en la personalidad de los educandos, independientemente de sus habilidades.

¿Cómo se trabaja con niños que necesitan atención especial?

Para abordar este tema complejo, con matices dolorosos, pero además lleno de esperanzas, propuse iniciarlo con algunas reflexiones: preguntarnos, por ejemplo, de dónde parte y cómo se vive el proceso de ir construyendo permanentemente la siempre difícil e inacabada “integración” de un sujeto particular en su familia, con sus padres, abuelos, hermanos; en las instituciones comunitarias, socio-sanitarias, educativas, formales e informales. Es decir, cómo se integra socialmente y comunitariamente un bebé que nace con ciertas características particulares; con ciertas necesidades especiales, pero sobre todo que nace con una mirada del otro angustiado, a veces sorprendido, extrañado, asustado o fastidiado. Y que esa integración social se inicia justamente en esta adopción recíproca que hace la familia del niño, y el niño de esa familia.

¿Cuál es la reflexión que debe plantearse la familia para lograr una integración del niño? 

Parte del trabajo que nosotros hicimos es demostrarle al adulto lo importante que es recibir lo que cada niño necesita, no lo que todos. Esto le permite a uno desarrollarse como persona, original, distinta, porque cada uno de nosotros somos diferentes y tenemos necesidades, en gran parte generales, todos necesitamos comer, todos necesitamos vestirnos, necesitamos respirar y necesitamos estar al lado de otro. Pero también, cada uno necesita la modalidad particular, y si uno se plantea ayudar a crecer a un niño, como sujeto, como tal único y original. No podría hacerlo convenientemente si se planteara que este niño tiene que hacer lo mismo que hacen todos los demás, a la misma hora y de la misma manera. Porque si el otro me ve permanentemente como el que falla, el que no puede, que no alcanza, que no sabe, yo me constituyo a mí mismo como el que no sé, el que no puedo, que soy impotente, al que la cabeza no me da. En vez de sentir que a lo mejor no sé esto, pero sé otras cosas, y es cierto que a lo mejor es bueno que yo sepa esto también, pero hay diversos caminos y tiempos personales para llegar a ese objetivo.

¿Cuál es el rol que deben tomar las instituciones educativas? 

Hacer comprender esto es difícil, porque en realidad el sistema educativo está instalado en los grupos homogéneos, donde el que se va de ese límite de la homogeneidad, es diferente y no es aceptable, no es contenido. Los docentes se forman muchas veces para el grupo y no para cada uno de los chicos, para las personas, o para detectar qué es lo que sabe; cómo uno es facilitador de las estrategias de aprendizaje y de desarrollo de cada uno, que es distinto del otro. Creo que esto significa un cambio de paradigma, significa un cambio de perspectiva y sobre todo significa una lucha fundamental de los derechos humanos. El derecho a ser humano y por lo tanto ser distinto.

¿Esto significa que toda la sociedad tiene que replantearse algunos cambios? 

Me parece que hay muchos elementos a transformar, a reflexionar, a preguntar… ¿cuál es el sentido? ¿Cuál es el sentido de que un chico aprenda a caminar rápido? Va a aprender más caminando, que lo que aprende gateando. Si gatea mucho más tiempo, está más seguro, aprende seguridad en sí mismo, confianza en su propio movimiento, puede sentir y pensar a donde va, si está caminando inseguro no puede ni siquiera ver donde pisa. En esta sociedad de consumo y del vértigo, la precocidad y lo rápido es un valor, no lo profundo y consistente. En la escuela se aprende, nos han enseñado como docentes a premiar a los que llegan antes, a los cinco primeros.

Entonces, conscientes de nuestra elección ¿cuál es el rol del adulto, de la sociedad, de los profesionales, para salvaguardar el respeto por la persona desde la niñez más temprana y su derecho a ser reconocida como quien es, tal como es, más allá de la diferencia o de la singularidad? ¿A qué hombre queremos ayudar a ser y a crecer? ¿Un sujeto autónomo, libre, con confianza en sí mismo y en su entorno, en sus propias competencias para pensar y elaborar estrategias a su nivel para la resolución de obstáculos, problemas y conflictos, un ser abierto y sensible, comunicado y solidario? O bien, ¿un ser obediente, dependiente de la “autoridad” y sometido al reconocimiento permanente del otro, temeroso al castigo y anhelante al premio, un ser competitivo, exitista, rivalizando para ser “el primero”? ¿Un ser que piensa que identificarse con otro es confundirse con otro?

Informes: [email protected] –Tel: 4452000-6089

El estudio realizado por Chokler forma parte del libro ‘Educación para la libertad’.
El estudio realizado por Chokler forma parte del libro ‘Educación para la libertad’.
El estudio realizado por Chokler forma parte del libro ‘Educación para la libertad’.


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