Los padres del Instituto Santa Catalina se sumaron a la robótica
Los padres de alumnos del Instituto Santa Catalina volvieron a la infancia por un instante. Es que participaron de una actividad junto a sus hijos, como compañeros de aula. Se trató de una experiencia en el marco del proyecto ‘Todos a la Robótica’, que lleva adelante la Universidad de La Punta (ULP), a través del Parque Informático La Punta (PILP).
El plan busca implementar la robótica como vehículo de acceso a diferentes conocimientos, como disparador para abordar diversas temáticas áulicas.
En Santa Catalina la propuesta se pensó para que los papás conozcan la iniciativa, y consistió en armar la torre más alta, utilizando los elementos del kit de robótica. Se formaron grupos de cuatro personas (dos padres y dos hijos), y cada integrante tenía un rol específico: líder de equipo, responsable de materiales y constructor. El tiempo estipulado para lograr el objetivo fue de 20 minutos.
Luego de concluido el trabajo, cada líder del grupo ?en esta ocasión, un padre? debía pasar a dar una devolución y contar cómo vivió la experiencia. Tal fue el caso de Fernando, quien manifestó haberse entretenido y sentirse muy cómodo con la actividad. En cuanto al trabajo expresó: “Ellos sabían más que nosotros, clasificaban los materiales, trabajaban y colaboraban entre todos. No hubo ninguna discusión, todos se sumaron y aprendieron”, destacó.
Alejandra, otra mamá líder, sostuvo que el proyecto le parece muy importante porque es divertido y, a la vez, ayuda a que los chicos piensen estrategias. En tanto que Carolina, también mamá líder, dijo: “Está bueno el trabajo porque te hace pensar, es como un rompecabezas, y también se puede desarrollar la creatividad”. En cuanto a la tarea que realizaron explicó que había diversas opiniones sobre cómo hacerlo y “fue interesante porque se podía interactuar entre todos para llegar a un fin común”.
Otra referente de grupo fue Lorena, una madre que se sinceró, y dijo que cuando abrió la caja y se encontró con las herramientas, lo único que conocía era un control remoto y las pilas. En referencia al resto del equipo, señaló que hubo muy buena coordinación entre los chicos. “Se organizaron y colaboraron entre ellos, me pareció bárbaro eso. Pensaron en cómo lograr una base sustentable, para luego construir la torre encima y cumplir con el objetivo asignado”, describió.
En tanto que Sandra, remarcó que la actividad puso en práctica la mentalidad de los niños. “Los chicos comenzaron a manipular herramientas pequeñas, algo que no está en una computadora. A mí me pareció genial, porque los hace trabajar y pensar. Empiezan a conocer cada pieza y creo que para los chicos es muy útil”, añadió.
Finalmente, Cecilia, profesora de computación del establecimiento, se refirió al proyecto en general. “Nos parece muy buena la idea que se plantea con los kits de robótica. Con las otras docentes se nos ocurrió hacer partícipes a los padres, para que se interioricen y aprendan sobre el tema. La idea es incluir a todos los alumnos de la escuela en este proyecto”, explicó. Asimismo, resaltó que este desafío implica trabajar en grupo, poder respetarse, seleccionar materiales, tolerarse, y que ayuda a no echarse la culpa entre los que participan. “Los chicos me piden siempre robótica, pero la vamos intercalando con otras asignaturas”, precisó la docente.
Con la robótica en las aulas, la ULP trabaja en 33 establecimientos educativos que forman parte de la iniciativa Escuelas Inteligentes. Y el objetivo es llevar la propuesta a todas las escuelas primarias de la geografía provincial.
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