LUCHA CONTRA LA PANDAMIA
lunes, 21 junio de 2021 | 20:45

Dina Barizzoni: “Cuando vacuno siento que les doy esperanza a los sanluiseños”

La licenciada en Enfermería es una de las vacunadoras que trabajan en el plan de inmunizaciones contra el Coronavirus. Fue la agente sanitaria que recibió las primeras vacunas. A la par de otros colegas recorre parte de la provincia en pos de prevenir contagios de COVID. 

Dina junto a Gustavo Domínguez, ambos son coordinadores del centro de vacunación ubicado en la UPrO.

 “Desde septiembre nos empezaron a preparar, a dar charlas para saber de qué manera íbamos a trabajar cuando llegaran las vacunas, que parecía que estaba muy lejos. Hasta que llegó el día, 28 de diciembre, llegan las vacunas por primera vez a Villa Mercedes, un día de mucha lluvia. Tuve la gran satisfacción de recibir las primeras cajas, cuando las vi fue algo emocionante. Dije ‘esto es una esperanza de vida’, se te ponía la piel de gallina”, recordó.

“Es algo muy bonito y muy emocionante, fue histórico para nosotros, que en medio de una pandemia estemos vacunando. La gente viene, cada uno con su diferente experiencia, con su esperanza. Vacunamos a veces hasta a 1.900 personas y cada uno tiene una historia de vida, una esperanza en esta vacuna, te cuentan cómo la están esperando y cómo están viviendo. Algunos nos dicen: ‘nos vacunamos así podemos abrazar a nuestros nietos, a nuestros hijos’ y nosotros les respondemos: ‘estas vacunado, pero tenés que seguir cuidándote”, contó Dina.

La enfermera opinó también sobre el apoyo de la gente en torno a la campaña de vacunación contra el Coronavirus.

“En esta campaña ha participado la población, y nos acompañan, entonces,  podemos lograr nuestro objetivo: que en nuestra provincia todos los ciudadanos sean vacunados. A las 7:30 de la mañana ya está todo el mundo sentado esperando su turno”, reveló.

“Gracias a Dios tuve el honor de acompañar a mis colegas a diferentes lugares. Estuve en Buena Esperanza, en Juan Jorba, La Punilla. Es algo muy emocionante. Nos pasó en La Punilla, por ejemplo, salimos desde la UPrO y llegamos a la localidad y en el salón para vacunar la gente nos empezó a aplaudir y decía ‘Gracias, gracias por traernos la vacuna, porque no tenemos en qué movernos, gracias por venir’. Luego tuvimos que ir a un campo a 30 kilómetros a vacunar, es algo emocionante, que te llena de satisfacción saber que le estás haciendo bien a otro”. contó.

“En una casa, en Juan Jorba, había una señora muy humilde a la que sus hijos estaban cuidando y nos dijeron: ‘nosotros la cuidamos como si fuera una porcelana y no sabíamos cómo iba a llegar la vacuna, gracias por llegar a nuestro hogar’. Cosas así que realmente las sentimos muy adentro, sentís que estás haciendo el bien, sentís que le estás llevando una esperanza a cada uno de los sanluiseños”, evocó.

Recordó también cuando fue la primera vez que estuvo cara a cara con pacientes con COVID-19 y de qué modo trabaja cuando le toca a atender a gente que contrajo el virus.

“Cuando empezó la campaña de COVID-19, estuve en todos lados. Primero se hizo un rastrillaje en Tilisarao. Allí hicimos todo, tareas de terreno, extracciones de sangre para ver los pacientes que estaban con Coronavirus. Desde ahí arranqué, en marzo, después estuve con los pacientes leves que estaban internados en la UPrO. Luego pasamos a La Pedrera, siempre frente a frente al COVID, Y en la campaña de vacunación. Estuve desde el día uno”, indicó.

“Yo hice un juramento de ser enfermera y cuidar al otro, entonces no le tengo miedo a la enfermedad, ya pasamos por la gripe A, por meningitis, por un montón de cosas, pero no una pandemia tan grande como esta. Tengo un compromiso hacia la comunidad, hacia el paciente, como enfermera y como profesional. Para eso estudié y para ello hice un juramento. Si bien tenemos todas las precauciones, tenemos todos los reglamentos de bioseguridad y se de qué modo me cuidaré en mi casa, estamos expuestos, no solamente a la pandemia, sino a todas las enfermedades que son contagiosas. Lo tomo con responsabilidad,”, afirmó.

Pero Dina no está sola. Tiene una familia que entiende el compromiso que tiene con su trabajo y los peligros que actualmente esa labor implica.

“Mi familia está acostumbrada a la forma en que vivo mi trabajo y que dedique todo al el paciente. Si bien tenemos precaución, cuando estaba en la UPrO, al llegar a mi casa, entraba por la cochera y ahí me sacaba la ropa. Si bien ya me había bañado en mí lugar de trabajo, me quitaba la ropa y pasaba a bañarme. Siempre uno tiene los cuidados, pero, bueno, somos agentes de salud”, sostuvo Barizzoni.

“Lo primero que pienso cuando me levanto de mi cama es darle gracias a Dios por estar viva, por un día más de vida y por tener a mi familia, porque lamentablemente hay mucha gente que ha perdido a familiares en esta pandemia, pido que llegue el día en que digamos ‘terminamos con la campaña de vacunación, se vacunó a todo el mundo ”, concluyó Dina.

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