lunes, 22 julio de 2019 | 14:25

Cómo leer las encuestas

Las encuestas presenciales y con una muestra azarosa no inferior a 400 casos son mucho más confiables que las telefónicas o por internet. Distinguir cuándo tienen por finalidad estudiar e informar sobre un universo determinado y cuándo quieren influir sobre una conducta.

Estamos inmersos a pleno en la campaña electoral en vistas a las elecciones PASO del 11 de agosto. En ella se elegirán a quienes van a ser nuestros candidatos a presidente y diputados nacionales. En los programas televisivos que abordan el tema electoral, y en los medios gráficos, radiales y digitales, muchas veces se informa acerca de encuestas electorales. Vayan aquí algunos tips para entenderlas.

Las encuestas son cuestionarios que se realizan a un número de personas (muestra) a fin de conocer algo sobre la generalidad de ellas (universo). La selección de la muestra es importantísima para que los resultados de las respuestas puedan ser extendidos al universo con cierto grado de confiabilidad. Las estadísticas tienen estudiado este tema y para obtener una confianza del 95% en los resultados es preciso que la muestra no sea inferior a los 400 casos y que se hayan seleccionado de manera azarosa.

La forma o el mecanismo para realizar las entrevistas es también central como la aptitud, capacidad y formación de quienes realizan las preguntas y llenan los formularios. Las presenciales, es decir, aquellas en que una persona (encuestador) le pregunta a otra (encuestado) cara a cara, es mucho más precisa y confiable, que las que se realizan por internet o telefónicamente. Todas las encuestas tienen preguntas por sexo y edad por ejemplo. Cara a cara es difícil mentir demasiado, en cambio por internet o telefónicamente, más si se debe tildar una opción o marcar un número, la posibilidad de falsear la respuesta es infinita y no existe modo de corroborar que sea correcta.

Si no quiere contestar una encuesta electoral telefónica, basta con poner que se tiene 12 años de edad y la llamada se cortará automáticamente. Pues las encuestas electorales quieren conocer básicamente como votarán los electores, por ello selecciona a las personas que estén en esa condición, la de posibles electores.

Para darles o no credibilidad a los datos que los medios publican sobre las encuestas, conviene, saber quién es la fuente (la empresa que realizó la encuesta) y quien financió el trabajo. Los partidos políticos las encargan y a veces grandes medios de comunicación también. Como las encuestas en general tienen márgenes de error que van entre los 3 y 5 puntos, quien la encargó puede tener los datos reales, pero publica lo que le resulta más conveniente, pues esta información puede modificar la conducta del público, y más que saber se quiere ganar la elección, o hacer que gane alguien que tiene intereses parecidos al medio que las publica.

La encuesta socioeconómica más importante que se realiza en el país es la EPH, la Encuesta Permanente de Hogares, que tienen para los datos gruesos (las tasas de empleo, por ejemplo) una confiabilidad del 95% y un margen de error de 3 puntos. Se realizan 600 encuestas presenciales en cada ciudad de más de 500.000 habitantes y en todas las capitales de provincia. Y sus datos representan solo a un universo de casi 28 millones de argentinos, cuando somos alrededor de 45 millones.

Por ello las encuestas electorales nacionales serias, que suelen tomar unos 2.400 casos, son un indicador, pero las posibilidades de fallo son altísimas, por problemas propios de las encuestas, por intencionalidad en la información que se publica, y porque la opinión y voluntad del votante es cambiante.

Si usted lee, escucha o ve encuestas electorales, mire de quién viene, infórmese sobre cuál fue la muestra y cómo se seleccionó, esté atento a cómo se recolectaron los datos (presencial o telefónicamente). Un promedio entre los resultados de las que considere serias puede estar más cerca de lo que ocurre en un momento dado.

Los datos que se publican de las encuestas electorales dicen cómo votaremos, pero la realidad es que ya ha habido votaciones. Si bien no han sido las PASO y esto puede ser cambiante, los resultados de las elecciones acontecidas son un parámetro de realidad.