FESTIVIDADES RELIGIOSAS
viernes, 03 mayo de 2019 | 18:27

Con profundo fervor, los sanluiseños acompañaron al Cristo de la Quebrada en la procesión en su honor

Participaron también turistas de distintos puntos de la región. El Santo Cristo, portado por gauchos de la localidad, recorrió las principales calles del pueblo y recibió innumerables muestras de fe. El obispo de la diócesis de San Luis, Pedro Martínez, encabezó la solemne procesión. El vicegobernador, Carlos Ponce, ministros, funcionarios del Ejecutivo provincial y legisladores, acompañaron al protector de los sanluiseños en la caminata religiosa. 

En una demostración de fe inmensa, una multitud recorrió las calles de Villa de la Quebrada a la par del Santo Cristo, en la tradicional procesión en su honor. La peregrinación se desarrolló en la tarde del viernes después de la misa central.

Fieles de distintas ciudades y pueblos de San Luis y de provincias como Mendoza, San Juan y La Rioja visitaron la localidad norteña para ver al Santo, rezarle, agradecerle o pedirle sus gracias.

“Familia que reza unida, permanece unida”, fue una de las plegarias que se escucharon durante el trayecto que comenzó en la calle frente a la parroquia y llegó hasta el acceso principal del pueblo para regresar hasta la iglesia.

La caminata religiosa fue encabezada por el obispo de la Diócesis de San Luis, Pedro Martínez; el vicegobernador de San Luis, Carlos Ponce; los ministros de Gobierno, Justicia y Culto, Desarrollo Social y Turismo y Parques, Eduardo Mones Ruiz, Federico Berardo y Sergio Tamayo, respectivamente, una gran cantidad de funcionarios del Ejecutivo provincial y legisladores.

Antes de la procesión, el vicario episcopal del Decanato Sur, Ignacio Daminato, ofició la misa central de las festividades.

Durante el trayecto, miles de personas saludaron al Santo Cristo a su paso con pañuelos blancos y aplaudieron con fervor el recorrido. Cuadra a cuadra, los comerciantes que habían suspendido sus ventas mientras transcurría la procesión también lo saludaron: oraban y filmaban con sus teléfonos celulares la gigantesca manifestación de fe cristiana.

En cada cuadra también se hicieron distintos pedidos al Cristo. Entre ellas la protección de las familias, la sanación de los enfermos y especialmente por los gobernantes y la Argentina, que atraviesa una profunda crisis económica.

El momento más conmovedor de la tarde se produjo cuando, al son de las campanas, el Santo Cristo ingresó a las inmediaciones de la plaza y la gente que lo esperaba recibió su presencia con aplausos, vivó su nombre y los pañuelos al aire reflejaron, una vez más, el cariño y la devoción de los cuyanos para su patrono.

La felicidad de los feligreses que participaron de la procesión se confundió con el orgullo y alegría de la familia Pedernera ya que Mariano, hermano del beato Wenceslao Pedernera (proclamado así hace unos días por la Iglesia Católica en una ceremonia oficiada en La Rioja),  estuvo en la caminata religiosa y al culminar recibió presentes recordatorios de manos del vicegobernador Ponce, en nombre de la Provincia de San Luis, y del obispo Martínez por la Diócesis puntana.

El Himno Nacional Argentino, que interpretó la banda de música de la Policía de San Luis, y que cantaron los miles de feligreses que llegaron hasta la explanada de la parroquia, marcó el final de una festividad religiosa que hace rato cruzó las fronteras de la región, que es una fortísima tradición sanluiseña y refleja la inconmensurable fe que le profesa el pueblo puntano al milagroso crucifijo que reposa en Villa de la Quebrada.







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