FESTIVIDAD RELIGIOSA
jueves, 03 mayo de 2018 | 19:42

Profunda devoción en la procesión del Cristo de la Quebrada, protector de los sanluiseños

Como cada año, miles de personas se congregaron para participar de la misa solemne y procesión en lo que fue el cierre de la festividad religiosa más importante de la provincia.

Con una enorme devoción, una multitud de fieles honró al Cristo de la Quebrada durante la tradicional procesión. La manifestación de fe convocó a feligreses de todo Cuyo hasta la Villa de la Quebrada y durante poco más de una hora recorrieron las principales calles de la localidad para demostrarle su fe al santo milagroso.

La procesión comenzó a las 16:30, tras la misa central y fue encabezada por el obispo de la diócesis de San Luis, Pedro Martínez, el vicegobernador de San Luis, Carlos Ponce, y la intendenta de Villa de la Quebrada, Stella Maris Lobo. Contó con la participación de ministros del Ejecutivo sanluiseño y legisladores provinciales y nacionales.

Una agrupación gaucha, como en los últimos años, llevó en sus brazos el crucifijo de metal y vidrio que contiene la imagen, y decenas de asociaciones laicas custodiaron su paso en el comienzo de la caminata, en el sector norte de la plaza de la localidad.

“Familia que reza unida, permanece unida”, fue una de las consignas que a lo largo de la procesión sonó por los altoparlantes, además de distintas oraciones al Santo Cristo. Miles de feligreses, además de participar de la misa, acompañaron durante el recorrido y pidieron por los enfermos, los abuelos, la unión familiar, el trabajo y las vocaciones sacerdotales.

Con cánticos, el Ave María y vivando al Santo milagroso, la gente rezó con fervor. Muchos elevaron nuevos pedidos y otros tantos sólo agradecieron los milagros recibidos. Al paso de la multitud, los comerciantes, respetaron a los feligreses y de pie y en completo silencio también saludaron al Cristo con sus pañuelos. Decenas de personas no quisieron perder la ocasión y grabaron con sus celulares el paso de la procesión.

Los momentos más emotivos se vivieron sobre el final de la caminata, cuando otra enorme cantidad de gente esperaba el paso del Cristo. Miles de pañuelos blancos lo saludaron, la banda de la Policía de San Luis tocó y una larga ovación homenajeó al Santo, en una tradición cristiana que crece año tras año y se extiende a distintas provincias argentinas ya que visitaron Villa de la Quebrada feligreses de todo el país.