HISTORIA
martes, 05 diciembre de 2017 | 14:07

La Carolina, una localidad que nació por la minería

Fue el marqués de Sobremonte quien mandó a trazar el pueblo, en 1796, luego del descubrimiento de pepitas de oro de 18 quilates. La denominación La Carolina fue en homenaje al Rey Carlos III.

Se encuentra a 83 kilómetros de ciudad de San Luis, dentro del departamento Coronel Pringles, a 1.610 metros sobre el nivel del mar. Más específicamente, al pie del cerro Tomolasta (2.020 metros) se erigió La Carolina, entre inmensos valles y cerros de altura.

La fundación radica en los yacimientos de oro de 18 quilates que fueron descubiertos a orillas del cerro Tomolasta y Cañada Honda, en 1784. Por tal motivo, el marqués de Sobremonte -quien entonces era gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, intendencia a la que pertenecía San Luis durante el Virreinato del Río de La Plata- fundó La Carolina, en el paraje que era conocido como San Antonio de Las Invernadas.

La importancia de los descubrimientos de oro atrajo a personas de diferentes partes del país y de países vecinos a que se instalaran en la localidad y se convirtieran en mineros. Desde 1789 y hasta 1810, el pueblo le proveía trabajo a alrededor de 3 mil mineros, donde se obtenía 10 mil kilogramos de oro.

A partir de que comenzó la producción minera en el pueblo hasta que finalizó a mediados del siglo pasado, figuran más de 200 asociaciones que llegaron con la intención de extraer mineral de las zonas auríferas.

En 1797, el pueblo ya tenía 50 casas construidas y comercios donde permanecía activo el intercambio de mineral por mercadería.

A su vez, luego el interés de las compañías, se extendió a la minas de wólfram a fines de la década del treinta del siglo pasado. La mina San Román, ubicada a 2 kilómetros del pueblo, fue en donde hubo mayor extracción del mineral.

Luego, la producción minera se siguió realizando de forma interrumpida hasta fines de la década del cincuenta. Actualmente, residen 300 personas, la mayoría se dedica a la actividad ganadera y turística. Muy pocos lugareños continúan con la búsqueda de oro en el río de forma artesanal y obtienen alrededor de 1 gramo cada 2 días.

 

Nota y fotos: Cinthia Agüero Patafio.