Desde el corazón de la naturaleza puntana a la Cuenca del Morro

La comunidad EcoAldea, enclavada entre las sierras de Potrero de los Funes y Estancia Grande, se solidarizó con la emergencia ambiental a través de la donación de estacas de sauce y álamo que serán destinadas a la forestación en la Cuenca del Morro. “Es un sueño hecho realidad. Ayudar con lo que uno hace, te limpia, te renueva, te libera. Hay mucha gente que necesita nuestra colaboración”, expresó Claudio Osorio, habitante del lugar. Este pulmón verde alberga a 12 familias que decidieron volver a las raíces: casas de barro, huertas orgánicas, conexión natural y humana, conforman un estilo de vida fuera de la ciudad.

“Es volver a darle vida a ese desierto”, reflexionó Claudio Osorio sobre la forestación en la Cuenca.

Cuando se habla de la emergencia ambiental en la Cuenca del Morro, las palabras compromiso y solidaridad aparecen en primera plana. El desbalance hídrico en la zona es un tema que preocupa a la población y despierta la necesidad de colaborar desde diferentes puntos de la geografía provincial.

En esta ocasión, la ayuda llegó desde el corazón de las sierras puntanas, entre Potrero de los Funes y Estancia Grande, donde se ubica la comunidad EcoAldea: un lugar que alberga a 12 familias, que viven en casas de barro y se alimentan de frutas, verduras y algo de carne. Una filosofía de vida diferente. Ellos la definen como “volver a las raíces”.

Hasta allí llegó el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, a través del Programa Forestal y Frutihortícola, para recibir una donación de estacas de sauce y álamo, que tendrán como destino final la plantación en la zonas de la Cuenca del Morro y áreas de influencia.

“Un día escuché en mi pequeña radio -que sólo sintoniza una frecuencia AM- al gobernador Rodríguez Saá que hablaba de la emergencia en la Cuenca del Morro. Inmediatamente quisimos colaborar”, expresó Claudio Osorio, quien eligió este estilo de vida hace cinco años, junto a Marisol Timossi, su pareja.

Sobre la importancia de la forestación, subrayó: “Es mágico que de una estaca se pueda crear un bosque. Es un pulmón de oxígeno. Es volver a darle vida a ese desierto. El monocultivo nos está destruyendo. El gobernador tuvo una gran idea de forestar diferentes lugares”. Y aseguró: “Si es necesario, nosotros estamos en condiciones de hacer plantas autóctonas para reforestar los bosques nativos”.

EcoAldea: vivir en la naturaleza

En su entorno natural, San Luis no sólo presenta bellas y grandes sierras para el deleite de los turistas y los propios sanluiseños. La naturaleza puntana esconde historias de vida. Historias que merecen ser contadas.

Enclavada en las sierras puntanas, EcoAldea es una comunidad que decidió volver a las raíces y llevar una vida autosustentable. “Construimos nuestras casas, a base de barro, arcilla, piedras, utilizando botellas y con algunos retazos de cerámicos, entre otros elementos que recolectamos por ahí”, precisa Osorio.

El alimento es a base de verduras y frutas que nacen en las huertas orgánicas. “Producimos acelga, lechuga, tomate, cebollas, rúcula, maíz, apio, entre otras especies. Además, frutas como manzana, frutilla, cereza, damasco, etc.”, detalla. Se hidratan con agua que proviene de una vertiente y que ellos mismos filtran. La energía y el agua caliente se adquiere a través de paneles y termotanques solares.

Al preguntar sobre el significado de EcoAldea, Osorio fue claro: “Es una filosofía de vida. Un cambio radical. Salir del sistema. Sentirse más liviano. No estamos inventando nada. Estamos volviendo a las raíces. Desde las construcciones con barro y la conexión con la naturaleza, hasta los vínculos humanos. Volver a ayudarnos entre nosotros, a abrazarnos. Es darnos amor”.