CASO NAZARENA MOLINA
miércoles, 10 diciembre de 2014 | 11:21

La madre de la beba asesinada culpó a su pareja por el crimen

Esperanza Barzola declaró el martes ante la justicia. Dijo que su pareja, Mario Molina, fue el causante de los golpes que terminaron con la vida de Nazarena. Aseguró además ser víctima de maltratos por parte de Molina y su suegra.

Momento en que Barzola y Molina fueron trasladados a la justicia

Momento en que Barzola y Molina fueron trasladados a la justicia

Según su declaración, el miedo habría sido el motivo por el cual Barzola no denunció los castigos a los que ella y su hija menor eran sometidas. Se desprende de su relato que fueron reiterados y sostenidos en el tiempo. Su hijo mayor, nacido cuando tenía 15 años y fruto de una relación anterior, también sufrió castigos. Aseguró que Molina y su madre lo bañaban en invierno en un tacho que se encontraba en el patio de la casa que compartía con la familia de su pareja.

Barzola tiene 4 hijos. Los dos más grandes quedaron bajo tutela judicial. Con Molina tuvo dos, Valentina y Nazarena. La primera hija de la pareja nunca habría sido golpeada, con Nazarena fue diferente. La mujer indicó que durante el embarazo recibió patadas en la panza y cuando la beba cumplió 4 meses comenzó a recibir los golpes que le causaron la muerte.

Según fuentes judiciales, Barzola aseguró que la familia de Molina sabía lo que pasaba pero nunca hizo nada para defenderlas. La situación por la que dice haber pasado la llevó a intentar suicidarse dos veces. La primera con un cuchillo y la segunda ahorcándose.

Hoy vence el plazo para que la jueza penal Nº 3, Virginia Palacio, decida la situación procesal de Barzola y Molina, quien declaró días atrás y cargó la culpa de lo sucedido sobre la mujer.

El hecho tomó estado público el 28 de noviembre, cuando la bebe de 5 meses ingresó sin vida al Hospital San Luis. Barzola, en un primer momento, dijo que se había caído del cochecito y luego confesó que había sido golpeada por Molina. Al ser revisada, los médicos detectaron, en el pequeño cuerpo, marcas de golpes en la cara, la espalda, una oreja casi arrancada y quemaduras de cigarrillos.

 

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