Si por algo será recordada la décima edición del Tour de San Luis es por la inclusión de dos etapas inéditas, una “crono” por equipos y otra de media montaña con un puerto para romper a 11 kilómetros de meta. Y fue el holandés Peter Koning quien inscribió su nombre en la historia haciéndose con los honores en La Punta y el Cabildo de testigo.