Repletas de puestos gastronómicos y artesanales, las calles aledañas del “Molino Fénix” le ponen color y mucha onda al Primer Festival de Rock.
Repletas de puestos gastronómicos y artesanales, las calles aledañas del “Molino Fénix” le ponen color y mucha onda al Primer Festival de Rock.