Si bien es una bebida, ningún argentino toma mate sólo porque tenga sed. Amigos, enemigos, conocidos, vecinos, novios o familiares, el mate no se le niega a nadie.
Si bien es una bebida, ningún argentino toma mate sólo porque tenga sed. Amigos, enemigos, conocidos, vecinos, novios o familiares, el mate no se le niega a nadie.