Domingo 12.00 marca en su marcha el reloj. Para cualquiera es un día electoral como tantos. Preparar el documento, hacer la fila, mostrarlo a una serie de fiscales encolumnados a la par en unos bancos escolares, escuchar que griten tu nombre para ingresar al cuarto oscuro, elegir y luego introducir el voto en una urna de cartón. Todo esto forma parte de nuestra historia.