miércoles, 22 febrero de 2017 | 12:34

Cuidados a tener en cuenta ante la ola de calor

 

El Servicio Meteorológico Nacional indica que esta semana se registrarán temperaturas superiores a los 30ºC. Ante esta situación, es importante protegerse del sol y en particular del golpe de calor.

El golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación, al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.

En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales, como la sudoración, por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal. El golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.

Para prevenir un golpe de calor es importante, en cuanto a la alimentación, evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, bebidas muy frías o muy calientes y comidas pesadas. A los niños se les debe ofrecer continuamente líquidos, especialmente jugos naturales. En el caso de lactantes ofrecer el pecho de manera más frecuente, vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o incluso desvestirlos. Es importante bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia.

No deben exponerse al sol especialmente en el horario del mediodía o bien, protegerlos de sus efectos, si no se puede evitar la exposición, con el uso de ropa adecuada y protectores solares. Mantenerlos en lugares bien ventilados cuando la temperatura ambiente es muy elevada. Nunca permanezca con ellos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

En todos los casos se debe evitar bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor, como tampoco se debe realizar actividad física intensa.

Medidas a tener en cuenta en caso de sufrir un golpe de calor

Es importante actuar rápidamente. En primer lugar, se debe intentar bajar la temperatura del cuerpo de la persona afectada con hielo o con un baño en agua helada. Ofrecer agua fresca o incluso agua con una cucharadita de sal, trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado, no administrar medicamentos antifebriles y recordar no friccionar la piel con alcohol.

Bebés, niños, personas mayores, personas con enfermedades crónicas y personas que tienen la piel muy quemada por el sol deben tener especial cuidado, ya que son los grupos de mayor riesgo.

El golpe de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas no demore en consultar al médico o acercarse al centro de salud.

 

Nota, foto y video: Matías Di Mauro – Prensa Ministerio de Salud.