De Mozart a la cocina: la historia de un sueño emprendedor

El arte lo convocó, la oportunidad apareció y en la cocina concretó un proyecto innovador.

El 4 y 5 de diciembre, con motivo de la inauguración del Cine Teatro San Luis, se presentó la Orquesta Barroca junto a casi 200 artistas puntanos. Interpretaron el Réquiem de Mozart en un espectáculo sublime, solemne y excelso. La sala estuvo llena.

En una de las butacas carmesí, se sentó Juan Sebastián Puntella, un músico aficionado –según él se define- y un emprendedor de alma, que hace 10 años eligió San Luis para concretar sus proyectos y sueños. “Arranqué en Potrero de los Funes haciendo de todo, como elaboración de condimentos y té en hebras; participé de muchas ferias, abrí un local en Juana Koslay, tuve fábrica de pastas, un restobar a la orilla del río y organicé una feria gourmet. En los últimos años hice catering, eventos y noches temáticas, siempre trabajando con otros emprendedores”, expresó.

Durante esa noche, en la que muchos puntanos y turistas sintieron una caricia al alma con la música del compositor austríaco, una oportunidad se presentó, como si fuera un epilogó de una obra teatral.

Juan recorría el vestíbulo del teatro (también llamado “foyer”) y vio un espacio cerca de la entrada que estaba sin utilizar. Inmediatamente, el foquito se le encendió. La idea, un café temático, que tuviera buen servicio de cafetería, buffet, cena show y esté disponible de manera permanente. “Yo quería tener algo cerca de lo artístico, y entonces empecé a molestar para ver a quién o donde podía presentar un proyecto para arrancar con esto”, narró.

Necesitaría un empujoncito para realizar su sueño. Por eso, ideó un proyecto y se inscribió para recibir un préstamo del Programa Primer Prestador, que entrega el Gobierno provincial a través de la Secretaría de Turismo y la Agencia para el Desarrollo Económico y la Asistencia Social (ADEAS).

Y lo logró. Le otorgaron el crédito y la concesión del buffet del Cine Teatro San Luis. Oportunidad que no solamente él aprovecho, sino que también benefició a sus compañeros de equipo y a decenas de emprendedores puntanos, a quienes recurre Juan cuando necesita ingredientes o elementos para el café. “El aceite de oliva, los dulces, las conservas, los condimentos, todo es de San Luis”, comentó.

En cierta ocasión, Mozart dijo que “la música es el único camino hacia lo trascendente”. En el caso de Juan, por asistir a disfrutar de una pieza artística, comenzó un sueño que trascendió su beneficio personal y favoreció a mucha gente, desde sus compañeros, pasando por los proveedores hasta los miles y miles de visitantes del Cine Teatro. “Es sacrificado, pero tiene su rédito siempre, sobre todo cuando estás en San Luis, porque es una tierra ideal para emprender”, concluyó.