RÉPLICA DEL TEATRO CLUB SOCIAL DE SAN LUIS
lunes, 20 agosto de 2018 | 11:54

Giordano: “La idea era integrar, es el barrio el que se apropia del teatro”

La propuesta del arquitecto Adriano Fabricio Giordano para la reconstrucción del Teatro Club Social de San Luis fue la que mejor interpretó la atmósfera y el espíritu de la época, enfatizando la idea de restauración de la memoria histórica y artística de quienes construyeron nuestro pasado dejándonos testimonios de época, arte y artificio, pero en el siglo XXI.

La idea del arquitecto Adriano Fabricio Giordano será la que se llevará adelante para la reconstrucción del Teatro Club Social de San Luis.

“Fue también dar un poco una mano: estoy a favor de estas políticas inclusivas que le están dando, en este caso, a un barrio que tendrá la posibilidad de ir a un teatro, aprender artes y esa gente entonces, ahora, tienen la opción de elegir entre esa propuesta y la calle, porque esto saca a chicos de la calle de alguna manera. Esto es lo que a uno lo llena un poco”, le dijo el arquitecto a ANSL, luego de recibir el premio al que se hizo acreedor: un cheque por $120 mil por ser el ganador del Concurso de Ideas y Anteproyecto de la Réplica del Teatro Club Social de San Luis.

“En la idea tuve en cuenta, la manera que uno ve a través de las imágenes la obra en relación a la idea de réplica, ya que no había mucha información me puse a investigar y descubrí que era una tipología de teatro a la italiana, que respondía a ciertos valores de la época”, describió Giordano.

En efecto, el modelo de herradura dentro de la estructura del edificio teatral, data del siglo XVII (1618) siguiendo las pautas establecidas por el Teatro Farnese construido en Parma y dicho modelo evolucionó, teniendo en la obra del arquitecto Giannantonio Selva (teatro La Fenice, inaugurado en Venecia en 1792), seguramente como fuente de inspiración de quienes construyeron, en 1884, el recinto que estuvo en la intersección de las calles San Martín y Belgrano.

Con esos elementos, Giordano necesitaba una fuente de inspiración: “Me basé en el Santuario de Don Bosco en Brasilia”, contó.

El templo diseñado Carlos Alberto Naves es una construcción simple e imponente, su mentor debía esforzarse para no desentonar  con toda la obra de Oscar Niemayer, principal gestor de los diseños de la capital brasilera, pero lo que llamó la atención del profesional puntano es que la iglesia, además, cumplía con las disposiciones que pedía el concurso:

“La iglesia si bien es grande, está metida en un barrio y la fachada no daba precisamente ni a una avenida principal ni a un punto determinado sino que estaba orientada al barrio. Es el barrio el que se apropia de la iglesia y esto es un teatro. Intenté integrar, hacer  esa mirada al barrio”, justificó.

“Tenía que seguir una lonja que está en el lado oeste del hipódromo, que es donde pasa la avenida Justo Daract. Podía elegir un extremo que estaba en desuso o hacer que la fachada de hacia el centro y se vea cuando se viene del centro para salir de la ciudad pero, en ese caso, me estaba metiendo de alguna manera en un terreno que es del Jockey Club que tiene un cierto grado patrimonial y convenía no invadirlo. Entonces, ir hacia el otro lado, contener esta franja, darle una finalidad y la obra, por la envergadura que tiene, se ve desde la avenida que era uno de los requisitos que pedía el concurso”, concluyó el arquitecto Adriano Fabricio Giordano.

Nota: Adolfo González.

Foto: Jésica Flandes – Prensa Ministerio de Obras e Infraestructura.