JUEGOS EVITA 2016
jueves, 27 octubre de 2016 | 01:31

Alan Zapata, poeta y luchador

Así se definió el joven de 14 años que realiza la disciplina de lucha, en uno de sus escritos. Estudia en la Escuela “Madre Teresa de Calcuta” en San Luis. En este 2016 viajó a Mar del Plata a competir a la instancia nacional y aseguró que el tesoro más grande es su familia.

Alán Zapata.

Alán Zapata.

En los Juegos Evita compiten 528 puntanos, cada uno con una historia para contar. Alan es uno de ellos. Desde los 5 años realiza el deporte en el gimnasio municipal de la Escuela Katana, a cargo el profesor Carlos Miranda. Allí es como una gran familia, donde día a día se cosecha el valor y respeto por los compañeros.

Desde el Barrio 1º de Mayo, donde reside, se traslada hasta el club y ayuda a su mamá en la venta de panificaciones. Por las mañanas cuida a su hermano más pequeño, limpia la casa y al mediodía se va a la escuela.

El adolescente, desde que subió al colectivo en San Luis, no soltó un pequeño cuaderno de tapas azules y un lápiz negro con el que dibujó y escribió durante todo el trayecto hasta llegar a Mar del Plata y en los días posteriores. Todo lo que visualizaba lo plasmaba en sus dibujos y en palabras. “Cada vez que pienso en algo lo dibujo: cuando estoy triste, cuando estoy alegre, lo escribo en mi cuaderno. Es una forma de expresar cómo me siento en cada instante”.

En esta edición tuvo un buen desempeño en su disciplina ya que obtuvo la medalla de bronce, y valora sobre todo el compartir con sus compañeros. “En San Luis voy a practicar lucha cada vez que puedo. Hay días en los que se me complica porque tengo que ayudar a mi mamá, pero me gusta mucho y no lo voy a dejar”.

Alan junto a sus compañeros de Katana.

Alan junto a sus compañeros de Katana.

A Alan, con tan sólo 14 años, le apasiona la escritura y sueña con ser profesor de Educación Física, pero por sobre todo sueña con tener a su familia, compuesta por su mamá Soledad, su papá Diego y su hermanito Brian, siempre unida: “Ellos son el tesoro más grande”.

Los juegos nacionales poseen un fuerte espíritu social, integran a chicos como Alan y tantos otros que viajan con la ilusión de consagrarse campeones.

 

Nota: Cinthia Agüero Patafio.

Foto: Jesica Flandes.