MEDIO AMBIENTE
martes, 27 septiembre de 2016 | 12:36

Cuidemos el ecosistema: no domestiquemos animales silvestres

Hasta hace algunos años la presencia de especies silvestres en cautiverio, tanto en hogares como en zoológicos privados, era un hecho socialmente aceptado. Pero esta realidad empezó cambiar desde que la sociedad tomó conciencia del daño que produce este flagelo, tanto en los animales como en los ecosistemas. El Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción te explica porqué está mal domesticar animales silvestres.

La cartera medioambiental decomisa los animales que sufren apropiaciones, los cuida, rehabilita y devuelve a la vida silvestre.

La cartera medioambiental decomisa los animales que sufren apropiaciones, los cuida, rehabilita y los devuelve a la vida silvestre.

Domesticación de animales

En los inicios de la humanidad el hombre tomó animales silvestres y los modificó genéticamente para su beneficio, tanto para proveerse de recursos (carne, lana o leche, entre otros beneficios) como para compañía. A esta situación se la denomina domesticación. El animal domesticado es una especie totalmente diferente a su origen salvaje, ya que es el resultado de miles de años de selección artificial y cambio genético.

Animales silvestres

A diferencia de un animal doméstico, uno silvestre es aquél que no depende del hombre para vivir ya que ha evolucionado con el ecosistema: nace, vive y muere en vida salvaje y, por lo tanto, sólo necesita de la naturaleza para desarrollarse.

Mascotismo

A la tenencia de un animal silvestre en una propiedad privada se la denomina mascotismo, una situación que está mal desde diferentes puntos de vista:

Ecológico: cada animal silvestre encerrado es un individuo menos en su población, no dejará descendencia ni cumplirá con sus funciones dentro del ecosistema. Al crecer y vivir en contacto con el hombre, cambia sus conductas naturales y muchos comportamientos instintivos pueden no desarrollarse.

Ético: la mayoría de las personas que llevan un animal silvestre a su hogar desconocen las necesidades reales de la especie tanto físicas, fisiológicas o de comportamiento. Esta situación deriva en que no logren medir el gran daño y sufrimiento que le causan a cada ejemplar.

Sanitario: gran cantidad de animales silvestres son reservorios de enfermedades zoonóticas y muchas de éstas pueden ser transmitidas a las personas durante su estadía en cautiverio.

Legal: existe la Ley Nacional Nº 22.421 de Protección y Conservación de la Fauna Silvestre, y la Ley Provincial Nº IX-0317-2004 de Conservación de Fauna, Caza y Pesca. Estas normativas prohíben la tenencia y comercialización de fauna, incluso con sanciones y penas a quienes trafiquen animales silvestres.

 

Un compromiso compartido

El Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, a través del Programa Biodiversidad, recepciona denuncias anónimas relacionadas a casos de mascotismo o tráfico ilegal de animales. Los llamados se deben realizar al (0266) 4452000 interno 3372. La cartera medioambiental decomisa los animales que sufren estas apropiaciones, los cuida, rehabilita y los devuelve a la vida silvestre.

 

Nota y foto: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.