LITERATURA
martes, 19 julio de 2016 | 13:01

Libros para pasar el invierno

Al calor de clásicos internacionales y puntanos, escritores y artistas recomiendan obras para leer durante las vacaciones.

Libros para pasar el invierno.

Libros para pasar el invierno.

“No me gusta recomendar libros por temor a defraudar. Los gustos y las necesidades de cada lector para mí son un misterio, excepto que conozca demasiado a la persona y sepa cuáles son sus curiosidades en el momento en que recomiendo algo”, indica el escritor, poeta y gestor cultural Gustavo Romero Borri.

“No obstante me gusta sugerir un libro del uruguayo Eduardo Galeano titulado ‘Los hijos de los días’ (Ediciones Siglo XXI). Lo he regalado algunas veces y ha sido bienvenido. Es un libro de crónicas o momentos de la historia, principalmente sudamericana, contada en textos breves con la precisión característica de la pluma y la mirada casi quirúrgica de Galeano. Contiene 365 historias breves, una por cada día del año, ocurridas en diferentes tiempos y lugares. Finalmente el libro es como un calendario o agenda. Se puede abrir todos los días del año y verificar qué pasó y dónde algún hecho sorprendente que refleja la condición humana, sus plenitudes y sus crueldades”, explica Borri, quien este año presentó su ensayo sobre Antonio Esteban Agüero, titulado “El peso de la luz en la mano”.

“Como es previsible, cuando lo leí por primera vez fui a ver qué historia había elegido Galeano para referir el 11 de diciembre, día de mi nacimiento. El texto de ese día se refiere a Fernando Pessoa, el poeta portugués que a principios del siglo XX escribió una obra poética inmensa y que sólo logró publicar un solo libro en toda su vida. Cuando murió dejó un baúl repleto de manuscritos que todavía siguen dando qué hablar y qué pensar.

El libro recomendado es de lectura cómoda, interesante y documentado en sus informaciones y se puede ingresar a él por cualquier día del calendario sin tener que leerlo de corrido. Creo que, por su estructura dinámica y abierta, es conveniente para las vacaciones de invierno. Yo lo tengo siempre a mano. Lo releo como releer diariamente desde la ventana el estado del tiempo y de los árboles.

Eduardo Galeano dice en la contratapa: ‘Este libro abarca los días del año. De cada día nace una historia, porque estamos hechos de átomos, pero también de historias’ ”, fundamenta Borri.

Al poeta Jerónimo Castillo también se le dificulta destacar un libro por la diversidad de paladares. “No es fácil dada la diversidad del público lector, y por regla general, va en concordancia con los gustos, las edades, las posibilidades de acceder a determinadas obras. En esto debemos observar que hay libros clásicos para todas las edades, tales como ‘El Principito’, de Antoine de Saint-Exupéry, pero el abanico se abre con los bets seller, los de autoayuda, los de entretenimientos, siempre recordando que si se puede hacer docencia, mejor”, apuntó Castillo, que recientemente presentó su libro “Pensador furtivo”.

“Quienes somos habitué de la lectura, tenemos una visión más generalizada y he podido ver que las librerías llamadas ‘de viejos’, canjean libros por una módica suma, en especial cuando el lector está siguiendo determinado autor. Esto lo he visto con Isabel Allende, entre otros autores. Habría que orientar al lector para se acerquen a los libros editados en San Luis, tanto los que hace el Diario de La República, como el Subprograma San Luis Libro, a través de la Editorial ‘El Tabaquillo’, de Villa Mercedes. Estos últimos se pueden conseguir en las librerías locales, pero tienen el inconveniente de que son ediciones de lujo, con papel de alto gramaje y tapas de placas de cartón revestidas en papel brillante, lo que encarece su precio”, propone.

Por su parte, la escritora y coordinadora del taller literario Silenciosos Incurables, Viviana Bonfiglioli, propone: “‘El señor de las moscas’ de William Golding, porque es una alegoría de la naturaleza humana, novelada”.

La investigadora Teresita Morán de Valcheff publicó ocho libros, varias antologías y tiene cinco obras inéditas. Para esta iniciativa sugiere “Donde la Patria no alcanza” de Polo Godoy Rojo. “Plasma la lucha de los maestros y los niños de las escuelitas de las zonas rurales para sobrevivir a las adversidades, a las inclemencias del tiempo, a las largas distancias que muchos niños tienen que recorrer para llegar a la escuela, al sacrificio de los maestros que lejos de su hogar soportan privaciones materiales y espirituales y, sin embargo, sobrellevan todo para educar a esos niños que forman también la patria y que muchas veces, son olvidados por los gobernantes de muchas provincias que consideran a la inversión en educación y cultura un gasto. En San Luis por suerte ya se eliminaron las escuelas ranchos, lo que narra Polo Godoy Rojo y que sucedió hace muchos años pertenece a la historia que quedó atrás en nuestro suelo puntano pero que está vigente en muchas escuelas de la patria”, describe Teresita.

Por su parte, la historiadora Teresa Fernández sugiere disfrutar de elaborados estilos.

“‘El gran Gatsby’ es una novela de 1925, obra del escritor norteamericano F. Scott Fitzgerald sobre la vida intrascendente y superficial de unos jóvenes que viven en una localidad ficticia: West Egg, Long Island, en el verano de 1922. La trama gira en torno a Jay Gatsby, extraño millonario, quien, como el Quijote, idealiza el amor por Daisy Buchanan. La obra es simple, hermosa y conmovedora. Penetra, además, en una época decadente, los llamados ‘Años Locos’. Es considerado un clásico de la literatura universal”, explica.

“‘Zama’ es una novela de Antonio Di Benedetto (escritor y periodista mendocino) sobre la espera. El personaje central es Diego de Zama y está ambientada en el Paraguay, en el siglo XVIII. Con relación a esta obra Juan José Saer sostuvo: “…por ciertos aspectos de su concepción narrativa, es comparable a las obras mayores de la narrativa existencialista, como ‘La náusea’ y ‘El extranjero’. Yo creo sin embargo, que por las circunstancias en que fue escrita y la situación peculiar de la persona que la escribió, ‘Zama’ es en muchos sentidos superior a esos libros”, apunta Fernández.

Otra historiadora, Nora Costamagna, destaca el enfoque histórico-literario de la novela “Martina Chapanay, montonera del Zonda” de la autora Mabel Pagano. “Cuenta sobre muchos hombres olvidados e ignorados. La tradición oral recuerda a Chapanay permanentemente y los libros de historia la olvidaron. Y como dice Cristina Bajo en la contratapa del libro: “Recrea las diferentes facetas de esta mujer excepcional, brava, transgresora, respetada por hombres rudos y amada por los pueblos. Una mujer que se sentía orgullosa de su raza, cuya característica fue la fidelidad a su tierra, el deseo de servirla con desinterés y valor. Algo que hoy parece olvidado”, señala Nora.

La escritora, actriz y diseñadora gráfica, María Celeste Domínguez, quien hace poco presentó “El planeta inmóvil”, recomienda “La insoportable levedad del ser” del checo Milan Kundera. “Es un libro a leer en estos días invernales, café mediante, silencios de por medio”, dice. “Lo tengo completamente subrayado, señalado con dobleces de página y tinta. Un texto imperdible e imprescindible de principio a fin. Unos de los pocos, dentro de la variada gama literaria que he leído con interés, que conserva el hilo tenso hasta su última línea, uno de esos que te atrapan desde el inicio y no se diluyen a medida que avanzan las letras sino muy por el contrario, te sumerge en su filosofía compleja y reflexiva acerca de la vida. Estoy segura de que cada lector sentirá el alerta de las diversas alarmas que emiten sus párrafos y nadie que lo lea con interés podrá salir ileso de semejante peso. Acaso no hemos descubierto que tenemos que optar constantemente entre avanzar o retroceder, entre subir o bajar, entre golpear o abrazar, entre sostener o soltar, entre saltar o caer, entre ver o no ver, entre amar u odiar…En medio de la trama amorosa, o a través de, Kundera obliga a traer a conciencia el accionar propio, insta a reflexionar cada paso fortuito o meticulosamente planeado, exhorta a abandonar el confort de un pensamiento liviano, por pretensión azarosa, y a asumir el real peso de la existencia”, expresa.

“Pareciera ser un libro denso pero todo lo contrario, tan fascinante como ágil, ‘La Insoportable levedad del ser’ es mucho más soportable que cualquier novela pasatiempista. A mí me ayudó a entenderme en mis dificultades para aceptar el extraño mundo en que habita mi cuerpo pensante”, indicó María Celeste.

La nieve del mes pasado inspiró a la poeta Klaudia Malatesta para recomendar “Una semana en la nieve” de Emmanuel Carrère. “Lo leí el año pasado y me impresionó. Es la historia de una infancia. Como en los cuentos infantiles hay terribles monstruos acechando la inocencia. En un contexto vacacional en la nieve, con fantasmas familiares y extraños a la vez. Que nos hacen preguntar sobre cómo se puede hacer para salirse de los lugares en que nos ubica la historia. Una historia que nos puede aplastar sin piedad, como un alud”, subraya.

La poeta Iris Cadelago sugiere “Poesía vertical” de Roberto Juarroz; mientras que la escritora María Inés Lanfranchi propone una lectura ágil y reflexiva con “El caballero de la armadura oxidada”.  “En mi caso, cuando lo leí hace algunos años encontré la gran verdad de ir acorazándonos a medida que vivimos y sufrimos. Llegamos a llevar un gran peso sobre nuestros pies más que innecesario. Pero sólo podemos librarnos de ellos cuando nos lloramos”, comparte.

Luego del estreno de la obra “Sí, juro” para el Bicentenario de la Patria, Daniela Pereyra Jameson sugirió “La voz del gran jefe” de Felipe Pigna. “Es sobre el general don José de San Martín. En mi caso sirvió para ahondar en la vida de un personaje alucinante y tan referente de todos los argentinos”, sostuvo Jameson.

El cantante de Algarroba.com, Julio Zalazar, aconsejó: “Sin ninguna duda `Un hombre dice a su pequeño país´ de Antonio Esteban Agüero. También `Toponimia puntana y otras noticias´ de Jesús Liberato Tobares. Esos libros me ha acompañado muchísimo y han sido muy significativo para mí”.

Zalazar además es profesor de Ciencias Sociales, licenciado en folclore y estuvo tres años como director de la escuela en el pueblo Ranquel, por lo que también propone leer “Memorias del ex cautivo Santiago Avendaño” de Hux Meinrado. “Habla de la cultura ranquel y la experiencia como cautivo de Santigo. Es muy buen libro”, aseguró.

 

Nota: Matías Gómez.

Fotos: Web.

Corrección: Berenice Tello.