CONCIENTIZACIÓN
martes, 26 enero de 2016 | 16:54

Semana de la Educación Ambiental

En 1975 tuvo su origen en Belgrado, capital de la República de Serbia, cuando se celebró el Seminario Internacional de Educación Ambiental, en el que participaron más de 70 países. A través del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, San Luis se suma a los festejos con acciones de concientización vinculadas al cambio climático, las energías renovables y la biodiversidad, que serán difundidas a lo largo de toda la semana.

Día Mundial de la Educación Ambiental.

Día Mundial de la Educación Ambiental.

Seguramente todos los seres humanos desean vivir en un planeta limpio y saludable. Pero, ¿todos lo cuidamos? En el Día Mundial de la Educación Ambiental, 26 de enero, el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción comparte algunos tips de concientización, para que los ciudadanos aporten con pequeñas acciones al cuidado de la Tierra.

Consideraciones generales

El clima de nuestro planeta está sufriendo importantes alteraciones desde hace varias décadas. Este cambio es demasiado evidente y, si bien hay causas naturales, la mayor parte se debe a la mano del hombre, que con sus actividades aumenta las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera, principales causales del calentamiento global.

Entre las causas relacionadas a las actividades desarrolladas por el hombre, se encuentran la utilización de combustibles fósiles en la generación de energía y el transporte, la agricultura, la ganadería, la deforestación, algunos procesos industriales y el depósito de residuos urbanos.

Algunos consejos para cuidar el planeta

Apagar la luz: reemplaza una bombilla tradicional por una de bajo consumo. Ahorra más de 45 kilogramos de dióxido de carbono al año.

Apagar la PC y la TV: sólo con apagar la televisión, el DVD o el ordenador cuando no estén en uso, evitas que miles de kilos de CO2 salgan a la atmósfera.

Reciclar: es posible convertir objetos en desuso en nuevos objetos y reducir los residuos generados.

Caminar o usar bicicleta: se ahorra combustible y se cuida el medioambiente al no generar emisiones.

Ajustar el termostato: no utilizar el aire o la calefacción si no es realmente necesario.

Plantar un árbol.

Residuos Sólidos Urbanos

Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son aquellos que se generan en las tareas hogareñas como consecuencia de las actividades domésticas. Se consideran también residuos domésticos a los generados en servicios e industrias.

Tendrán la consideración de residuos domésticos aquellos procedentes de limpieza de vías públicas: zonas verdes, áreas recreativas y los vehículos abandonados, entre otros.

Está compuesta por materia orgánica, que son los restos procedentes de la limpieza o la preparación de los alimentos, junto a la comida que sobra. Además de papel y cartón, como periódicos, revistas, cajas y embalajes. Plásticos: botellas, bolsas, embalajes, platos, vasos y cubiertos desechables. Vidrio: botellas, frascos, vajilla rota. Y metales, como latas o botes, etc.

Aparecen también los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE): pilas, acumuladores, ropa, muebles y enseres, así como los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria.

Beneficios de separar los residuos

Una buena gestión de los residuos sólidos debe favorecer el reciclaje y la utilización de materiales recuperados como fuente de energía o materias primas, a fin de contribuir a la preservación y uso racional de los recursos naturales.

La separación de la materia orgánica permite elaborar campos, a través de la descomposición llevada a cabo por bacterias y lombrices al enterrarlos, constituyendo un abono natural de gran utilidad para mejorar los suelos y las plantaciones.

Al reciclar se ahorra energía, materia prima virgen, agua y combustibles, que son utilizados en los procesos de producción de materias primas originales, por lo tanto se ahorran recursos naturales. Se disminuye la contaminación provocada por los procesos de fabricación y se prolonga la vida útil de los rellenos sanitarios.


Energías renovables, eficiencia energética

La energía es una propiedad asociada a los objetos y sustancias, y se define como la capacidad de un cuerpo para realizar un trabajo. Es necesaria para mover objetos, calentar una casa, poner en movimiento un auto.La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Puede manifestarse en la naturaleza de distintas maneras, como energía del movimiento (cinética), de posición (potencial), y de calor (térmica). A su vez, estas formas pueden transformarse en otro tipo de energía como por ejemplo, energía mecánica, química, luminosa y eléctrica.

Tipos de energías, según su fuente

Renovables: este tipo de energías se genera a partir de recursos que abundan en la naturaleza y son inagotables, es decir, que son capaces de regenerarse por medios naturales.

No Renovables: este tipo de energías se genera a partir de recursos que se agotan al utilizarlos y no se renuevan a corto plazo, dado que necesitan millones de años para volver a formarse. Pueden ser abundantes en la naturaleza, o no.

La energía solar es la obtenida a partir del aprovechamiento de la radiación del Sol. Puede ser fotovoltaica o térmica. Junto con la eólica, energía generada a partir del viento, son las renovables más utilizadas en el mundo.

Cabe mencionar que si se pudiera captar toda la energía del Sol en una hora sería posible abastecer la demanda energética de todo el planeta por un año. La energía solar es el mayor recurso energético en la Tierra.

Muchos de los tipos de energía que conocemos provienen del Sol. La misma calienta la superficie del planeta, dando lugar a enormes transferencias de calor y presión, a través de los patrones climáticos y las corrientes oceánicas.

Las corrientes de aire resultantes son las que mueven los aerogeneradores, generando energía eólica. La solar también evapora el agua que luego cae en forma de lluvia y se acumula en diques, donde puede ser utilizada para generar energía hidroeléctrica.

Consejos para la eficiencia energética

Energía eléctrica:

  1. Reemplazar las luces incandescentes por focos de bajo consumo.
  2. Apagar la luz cuando se salga de la habitación.
  3. No dejar conectados los aparatos eléctricos sin usar, así se ahorra gran parte de la electricidad del hogar.
  4. Encender el televisor y la computadora sólo cuando se use. Si quedan siempre prendidos, además de desperdiciar energía los equipos sufren un mayor desgaste.
  5. Comprobar que la puerta de la heladera cierre correctamente. El no hacerlo puede provocar un consumo hasta tres veces mayor.
  6. Planchar la mayor cantidad de ropa posible de una sola vez, así se evita derrochar energía cada vez que la plancha tiene que calentarse.
  7. Aprovechar el máximo permitido de cantidad de ropa a lavar, evitando derrochar electricidad y agua.
  8. Elegir 24°C como temperatura fija en el aire acondicionado. Se ahorrará dinero y generará menos gases de efecto invernadero.
  9. Al comprar un electrodoméstico, ver la etiqueta de eficiencia energética. Los de etiqueta A son los más eficientes, y, aunque sea un poco más caros, utilizan menos energía para funcionar.

Gas

  1. Elegir una estufa con encendido eléctrico o sin piloto; ahorra gas y reduce la emisión de los contaminantes generados por su combustión.
  2. Tapar las ollas al cocinar; así se aprovecha mejor el calor, se consume menos gas y ahorras dinero.
  3. Evitar las corrientes de aire al cocinar, pues aumenta el tiempo de cocción de los alimentos y el consumo de gas.
  4. Revisar periódicamente las instalaciones de gas para evitar fugas.

Biodiversidad

La Biodiversidad refleja el número, la variedad y la variabilidad de los organismos vivos y cómo la diversidad cambia de un lugar a otro con el paso del tiempo. Incluye diversidad genética, de especies y entre ecosistemas.

La biodiversidad es importante en todos los ecosistemas, no sólo en los naturales, como parques nacionales o reservas naturales, sino también en los que son manejados por el hombre: granjas, plantaciones e, incluso, parques urbanos. Son la base de los múltiples beneficios que los ecosistemas proveen al hombre.

Preocupación

  • Aunque es difícil de determinar el número exacto, la Tierra está enfrentando una extinción de especies sin precedente. La extinción forma parte del curso natural de la historia del planeta, pero este episodio de extinción de especies es el más grande que el mundo ha experimentado en los últimos 65 millones de años.
  • Esta extinción en masa, se debe en gran medida, a los métodos no sostenibles de producción y de consumo del hombre, incluyendo la destrucción de hábitat, expansión de las ciudades, contaminación, deforestación, calentamiento global y la introducción de “especies exóticas invasivas”.
  • La biodiversidad contribuye de manera directa o indirecta a muchos aspectos del bienestar humano. Por ejemplo, al proporcionar materias primas y favorecer la salud. Más del 60% de las personas en el mundo dependen de las plantas para medicina.
  • En el último siglo, muchas personas se beneficiaron tanto de la transformación de los ecosistemas naturales en suelo agrícola como de la explotación de la biodiversidad.

¿Qué medidas tomar para conservar la biodiversidad?
– Los espacios protegidos son un aspecto clave de los programas de conservación, especialmente para los hábitats vulnerables. Sin embargo, no bastan por sí solos para asegurar la conservación de todos los aspectos de la biodiversidad. Para que los espacios protegidos den buenos resultados, es necesario escoger cuidadosamente el emplazamiento de las zonas protegidas, asegurándose también de que los diferentes tipos de ecosistemas de la zona tengan una representación adecuada.
– La prevención y la intervención temprana se han revelado como los métodos más eficaces y rentables para contrarrestar las especies invasoras. Una vez que se ha introducido una especie invasora, resulta sumamente difícil y costoso combatirla o erradicarla. La utilización de productos químicos, en ocasiones combinada con la eliminación manual (por ejemplo, corte o poda), no parece demasiado eficaz en la erradicación.
– La biodiversidad debe tenerse en cuenta en la gestión de sectores productivos como la agricultura, la pesca y la silvicultura. Sólo así se conseguirá su conservación y uso sostenible.

– El sector privado puede contribuir de manera significativa a la conservación de la biodiversidad por ejemplo adoptando mejores prácticas agrícolas.
– La cooperación internacional necesita mayores compromisos para conservar la biodiversidad y fomentar el uso sostenible de los recursos biológicos.
– La educación y las campañas de divulgación contribuyen a poner la información y las conclusiones científicas al alcance de la sociedad en su conjunto. Como consecuencia, una ciudadanía bien informada aprecia mejor la conservación de la biodiversidad, lo cual facilita la puesta en marcha de medidas de conservación.
Nota: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.

Foto: Internet.

Corrección: Mariano Pennisi.

Contenidista: Marina Menseguez.