Nuevas Empresas
domingo, 28 septiembre de 2014 | 09:26

“Las economías del siglo XXI necesitan de los emprendedores para impulsarse”

Antes de disertar para la Segunda Expo de Nuevas Empresas, el reconocido emprendedor Andy Freire dialogó con Agencia de Noticias San Luis acerca del optimismo y el fluir en la vida. Además aconsejó sobre cómo emplear los activos durante la inflación, habló del sentido del fracaso en los países desarrollados y destacó la importancia de invertir el 5% del propio tiempo para cambiar el mundo.

Andy Freire disertará en la Segunda Expo de Nuevas Empresas que se realizará los días 17 y 18 de octubre en el Ave Fénix.

Andy Freire disertará en la Segunda Expo de Nuevas Empresas que se realizará los días 17 y 18 de octubre en el Ave Fénix.

Andy Freire (42) es licenciado en Economía con honores magna cum laude de la Universidad de San Andrés y tiene un OPM de la Harvard Business School. Está casado y tiene cuatro hijos. A los 18 años, con varios amigos, creó la Fundación Iniciativa, una ONG enfocada en promover el liderazgo en los jóvenes del país y en la que más de 10 mil personas se formaron.

Freire fue reconocido como “Líder Global del Mañana” en 2000 por el Foro Económico Mundial y nombrado en el 2008 uno de los “100 Líderes Globales del Mundo” por el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Cofundó OfficeNet, una empresa de logística para oficinas que empleó a más de 1.000 personas en Latinoamérica; Quasar Venture, una desarrolladora de empresas; Avenida, Axialent y Restorando. Presidió durante varios años la Fundación Endeavor, donde actualmente participa en la promoción de emprendedores de alto impacto en el país. Fue colaborador semanal de la cadena CNN en español “como emprendedor experto”. Hoy dedica gran parte de su tiempo a impulsar el emprendedurismo en los medios de comunicación. Responde preguntas y cuenta historias de emprendedores en los programas Baires Directo y AM de Telefe y Perros de la Calle de radio Metro.

Además escribió “Pasión por emprender”, que ocupó el puesto número 1 en ventas por cinco meses consecutivos desde su publicación en 2004 y “50 Claves para Emprendedores” en 2006. Junto a Julián Weich en 2013 lanzó “5%”, y este año publicó “¡Libre! El camino emprendedor como filosofía de vida”.

Andy Freire disertará en la Segunda Expo de Nuevas Empresas que se realizará los días 17 y 18 de octubre en el Ave Fénix.

_ ¿Qué tan educados estamos para convivir con la incertidumbre?

_En líneas generales, el hombre tiende por naturaleza a escapar de la incertidumbre. Nos da miedo lo desconocido. En ese sentido, te diría que aprender a vivir con ella es un acto casi que anti-intuitivo. Nuestra civilización, tal como la conocemos hoy, fue posible gracias a que pudimos asegurarnos una serie previsibilidades básicas: la primera y fundamental la de nuestra alimentación. El día que el hombre aprendió a sembrar la tierra, y así a garantizarse el mediano plazo, fue el día en el que comenzó un desarrollo exponencial de sus capacidades.

Hago esta introducción porque el tema de las incertidumbres para el emprendedor es muy relevante. Quien emprende tiene que hacer un esfuerzo por despojarse de una serie de herencias casi que innatas. Entre ellas la de tender a generar certezas sobre su futuro. Pero esto es todavía más radical en un contexto como el nuestro. En Argentina hemos aprendido -a la fuerza- a lidiar con niveles altísimos de incertidumbre porque, paradójicamente, nuestra mayor certidumbre es la inestabilidad. Lo hemos naturalizado, y por ende, desarrollamos las capacidades necesarias para tolerarla más que en otras partes del mundo. Somos buenos en eso. No es que estemos educados para ello, simplemente no nos queda alternativa. ¿Esto es bueno o malo? Si bien es cierto que en general somos valorados individualmente por nuestras habilidades para adaptarnos al cambio o soportar el desconocimiento de lo que vendrá sin desesperarnos, esto llevado al plano social es nocivo. La historia se fue construyendo sobre ciertas certezas relativamente estables, la carencia de ellas hace difícil que una sociedad pueda consolidar progresos relevantes.

_ ¿Qué es una oportunidad?

_ Una oportunidad es una situación que se da cuando existe (o se crea) una carencia o necesidad determinada y alguien tiene la capacidad real o potencial de compensarla. Más sencillo: es un problema que busca una solución.

_ ¿Cuándo surge un optimista?

_ Surge cuando aprende a elegir con qué lentes mira lo que le pasa. Sobre todo cuando aprende a ser protagonista en lugar de víctima. Esto es, cuando asume la total responsabilidad de lo que le pasa en la vida. Por lo general las personas pesimistas culpan a su entorno por lo malo que les ocurre: “llegué tarde por culpa del tránsito”, “el profesor me bochó”, etc. Buscan desesperadamente ser inocentes frente a lo que consideran negativo, colocan las culpas en el exterior, sin darse cuenta que en ese acto también asumen su impotencia. El optimista, por el contrario, asume la responsabilidad de sus acciones, sabe que si se equivoca puede aprender y de ese modo toma el control de su destino. “Llegué tarde porque calculé mal”, “Me saqué un 3, tengo que estudiar más”.  Esa sutil diferencia empodera y retroalimenta la sensación de que se puede. Cuando sentís y entendés que lo que pueda ocurrir depende de lo que vos hagas, que tenés el control y que podés cambiar las realidades, es cuando comenzás a percibir que todo es posible.

_ ¿Qué significa fluir en la vida?

_Fluir es sentirse cómodo con lo que se está haciendo. Para eso hay que conectarse con un propósito, tener claro los objetivos y poseer la certeza de que se está aportando lo mejor de uno mismo. Sin miedos y en un marco de plena libertad.

_ ¿Cuál es el mejor activo?

_Sin dudas uno mismo. Cada uno de nosotros somos una fuente de valor inagotable. O sea, que podemos producir valor mientras vivamos. Hay un dato que me gusta mucho que se desprende de un informe del Banco Mundial que asegura que el conocimiento de los hombres vale cuatro veces más que todo el capital físico del planeta.

_ ¿Cómo administrar o cuidar nuestros ahorros?

_ Debido a nuestro contexto de alta inflación, hay una sola gran recomendación universal: hacé cualquier cosa menos guardar pesos. Refaccioná la cocina de tu casa o el baño, invertí en la bolsa en activos que te rindan como mínimo un 3% mensual, comprá dólar ahorro, adelantá compras que ya sabés que vas a tener que hacer, etc. Lo importante es, como mínimo, tratar de preservar el valor de tu dinero, y en el mejor de los casos obtener una rentabilidad extra con él.

_ ¿Cómo interpretan el fracaso en los países desarrollados?

_ Por lo general tienen una relación más sana con él. Por ejemplo, en Estados Unidos, existe una filosofía totalmente diferente al respecto, por lo menos en el mundo emprendedor. Allí un emprendedor que fracasa no lo esconde, al contrario, lo destaca en su CV porque considera que esa experiencia le dio un valor agregado, y así también lo hace el resto de la sociedad. Hay que entender que el fracaso es una posibilidad. Generalmente tenemos la idea de que si te va mal perdés todo y no te vas a poder recuperar. Eso es un mito. Siempre hay posibilidad de recuperarte. Por otro lado, debemos dejar de estigmatizar al concepto asociándolo con un universo de significados negativos, porque no tiene porqué ser así. Perderle el miedo al fracaso es despojarse de un gran peso que te permite avanzar. Suelo decir que conozco dos tipos de personas: los que fracasaron alguna vez, y los que todavía no lo admitieron. Te diría que el fracaso no es una opción, es parte de la vida. Hay aprender a asumirlo como tal.
_ En su libro “Pasión por emprender”, dijo que no había abundante bibliografía sobre los pilares invisibles del emprendedor, ¿actualmente considera que permanece tal situación?

_ Por suerte cada vez hay más bibliografía, pero sobre todo conciencia sobre el rol de los emprendedores en la sociedad moderna. Por eso también cada vez más los gobiernos dedican tiempo y recursos a estimular el ecosistema emprendedor.

_ ¿Hay diferencias entre un mentor de vida y un emprendedor? ¿Se definiría ahora como un mentor?

_Filosóficamente no, sí en términos prácticos. Un mentor emprendedor debe manejar nociones que te puedan ayudar a no transitar caminos que él ya sabe, por experiencia empírica, que en los negocios no dan resultado.

Creo que no, sí como un entusiasta promotor de la causa emprendedora. Lo hago porque creo que el emprendedurismo puede ser el motor para una Argentina distinta. Potenciada. Creo que las economías del siglo XXI necesitan de los emprendedores para impulsarse porque generan innovación, empleo y tienen la capacidad de cambiar rápido. Los países más desarrollados no son los que disponen de más recursos naturales, son los que pueden acumular mayores niveles de conocimiento. Los que crean sus propios recursos ya no dependen de circunstancia externas como el precio del barril de petróleo o los milímetros de agua que cayeron en el año. Las que entienden eso son las que logran ser Naciones dueñas de sus propios destinos. Por ende, estables. Pero para que eso suceda, entre otras cosas, la sociedad debe valorar el rol del emprendedor y cuidarlo.

 _ ¿Cuál es el desafío del libro 5%? 

_ Lo del 5% surge como una provocación, como una pregunta: ¿cuántas horas disponibles tendríamos si el cinco por ciento de la población sobre la línea de pobreza dedicara el cinco por ciento de su tiempo anual para colaborar con algún proyecto solidario? 131.000 millones de horas. Lo suficiente como para construir 750 edificios iguales al más alto del mundo, el Burj Khalifa. Es mucho con muy poco.

Una hora y 12 minutos por día. Un día por mes. Casi dos semanas por año. Tan sólo eso. La idea de que con el cinco por ciento de tu tiempo, podés cambiar el cien por ciento de la vida de otra persona no es más que una utópica provocación con la que busco mostrar cómo con muy poquito se puede mejorar el mundo… al menos, el mundo de alguien más y eso es un montón. Casi todo, te diría.

 

Nota: Matías Gómez